Luego
de que la tarde cayera sobre nosotros, fue que decidimos regresar. La mamá de
los chicos llegaría pronto a su casa, así que debíamos estar a tiempo para la
cena. Regresamos completamente cansados. Tom se había sentado con Georg puesto
que se suponía esa era yo. Me había sentado con Bill. Él miraba por la ventana
del autobús, entonces me gire a mirar a Tom quien se había quedado dormido. Mi
boca estaba abierta y no podía creer lo avergonzada que estaba al verme dormida
en esas condiciones, pero lo que me sorprendió aun más fue que mi hermano
recargara mi cabeza en su hombro para que mi cuello no se lastimara con el
vaivén del camión. Yo nunca…nunca lo había recordado así de tierno conmigo, por
lo general siempre peleábamos como todos los hermanos, quizás era porque yo
siempre lo alejaba de mí, nunca dejaba que se inmiscuyera en mis asuntos, pero
el verlo ser asi de bondadoso con Tom o conmigo mejor dicho cambiaba muchos
pensamientos en mi mente. Cosas que antes no había podido notar pero que ahora
me parecían mas claras….
Capitulo
26
Habían pasado 4 semanas de nuestro cambio de cuerpos, de alguna manera nos habíamos
acoplado a nuestras vidas diarias, si bien no había sido lo mas fácil del
mundo. No habíamos caminado entre rosas todo este tiempo aun nos llevábamos mal
pero sabíamos entender que la situación no estaba para ser los enemigos de
corazón que eramos así que habíamos declarado algo así como un tregua por un tiempo.
Las
cosas mas raras que me habían pasado no era l hecho de no estar en mi cuerpo,
eran los cuervos. Sí ¡cuervos! Desde aquel día en la piscina no me habían
dejado de seguir, no con toda su parvada si no que bueno siempre estaban
presentes en mis días. Quizás era yo la que lo imaginaba pero ellos tramaban algo de eso estaba segura.Aunque
a pesar de todo también me había acostumbrado a ellos, solía alimentarlos
cuando estaba en la hora de receso del colegio, me hacían compañía a pesar de
todo.
Habían
terminado las clases y el cielo estaba muy gris, parecía que llovería. Debía
regresar un libro a la biblioteca, cuando regresaba de aquel lugar las primeras
gotas de lluvia comenzaron a caer pero luego comenzó a ser mas fuerte, tal
punto en que todo comenzó a inundarse.
Estaba
debajo de un techo de la escuela mientras esperaba que el agua bajara. Los
libros se me mojarían así que regrese a guardar mi mochila en los casilleros,
cuando regresaba a la salida me encontré con mi cuerpo de pie mirando la lluvia
caer, sí bueno nunca imagine encontrarme con Tom.
Tu: ¿De
casualidad trajiste paraguas?
Tom
se giró a mirarme con cara de pocos amigos.
Tom:
¿Crees que si hubiese traído paraguas, estaría aquí de pie contigo?
Me
miro con desdén y yo solo pude rolar mis ojos.
Tu:
no ¿verdad?
Respondiste
con el mismo sarcasmo que el había utilizado contigo. No eran los mejores
amigos aun en esta situación, eso era y
seria obvio. Ambos
duraron varios minutos esperando y esperando por una lluvia que nunca ceso.
Tom:
pues ya que esto no tiene para parar, yo me voy.
Lo
miraste tomar el saco del uniforme para cubrirse la cabeza.
Tu:
oye espera…
No querías dejarlo salir así puesto que sabias que el agua fría traería sus
consecuencias…
Tom:
¿estas loca? Yo me voy
Tu:
pero Tom, el agua esta helada…esto nos va a enfermar
Tom:
claro que no, si quieres quedarte pues quédate cobarde, yo me voy de aquí…
Rápidamente
colocaste el saco sobre tu cabeza y también corriste detrás de él, sentiste el
agua helada que humedeció con rapidez tu cuerpo entero. Sabias que esto
terminaría mal.
Tu:
estoy segura de que pronto terminaremos…
Al día siguiente…
Tu:
enfermos…-estornudaste.
Simone:
tienen 38 grados…es fiebre oficial…
Decía
mientras miraba los termómetros en sus manos, los cuales les había colocado en
la boca a cada uno hacía unos minutos.
Gordon:
llamare al doctor…
Tom
y tu estaban sentados en la sala aun en pijamas, ambos se sentían fatal luego
de aquella lluvia helada habían terminado enfermos al siguiente día.
Simone:
oh niños, hoy no irán a la escuela –preocupada- no puedo creer que se les
ocurriera correr en el agua helada, miren como han terminado…
Tu:
yo tampoco puedo creerlo…-susurraste mirando a Tom.
Él
estaba envuelto en una manta amarilla muy suave pues tenia frío aunque no
hiciese. Miró tus ojos que lo acusaban y después se giró ignorándote.
Simone:
bueno niños ya que Georg no esta enfermo y si Gustav viene a visitarlos no
quiero que los infecten de la gripe tampoco así que deben estar en un solo
espacio aislados por un rato.
Ambos:
¡¿Qué?!
Simone:
descansen en el cuarto de Tom, se abrigan bien, yo les llevare sopa para que
coman y el doctor les dará medicamento.
Tu:
pero mamá yo no quiero estar en el mismo espacio/aire con ella
Miraste
a Tom.
Tom:
ni yo contigo
Simone:
eso lo hubieran pensado antes de mojarse, ahora suban ambos a recostarse o los
mandare delirantes a la escuela –seria.
No
tenían mas opción que obedecer, al subir fue algo incomodo tener que compartir cama,
pero había creado una muralla de almohadas para no tener que tocarse ni verse.
Tom: quédate de tu lado
Tu:
pues ni que quisiera estar en tu lado de la cama, me infectarías tu idiotez.
Tom:
fastidiosa
Tu:
¡bruto!
Ambos
se giraron dándose las espaldas, a pesar de sentirse tan mal, ambos no dejarían
de pelear.
¡Agg!,
la cabeza me daba como que vueltas, tenia mucho frío aunque estuviera cobijada,
el cuerpo me pesaba y todo me dolía. Odiaba estar enferma, siempre terminaba en
cama por un par de días, si bien me perdía la escuela para dormir tampoco me
hacia tanta gracia sentir todos estos síntomas y mucho menos tener que dormir
junto a Tom.
Por
sobre tu hombro miraste hacia donde él, estaba hecho bolita cubierto con su
colcha, también temblaba pero no decía nada. Ambos la estaban pasando realmente
mal, nunca pensaste que algún día se verían en esta situación, por el momento
solo intentarías dormir lo mas que pudieras.
Minutos
mas tarde…
Simone:
se ven tan lindos…necesito una foto de esto –susurró.
Grodon:
se van a molestar querida
Simone:
es que se la pasan peleando tanto que ya no parece que un día se hallan
querido…
Gordon:
eran unos niños Simone, no recuerdan nada de eso
Simone:
aun así el amor puede renacer ¡necesito mi cámara!
Apenas
iba a correr por ella, cuando ustedes comenzaron a despertar, parpadearon
lentamente, lo primero que viste fue tu mano y encima de esta...la mano de Tom.
Ambos gritaron sorprendidos de estar durmiendo tan cercanos.
Tu:
¡¿Qué rayos estas haciendo?!
Tom:
¡¿Qué rayos haces tú?! Estoy seguro que fuiste tu quien ocasionó todo
Tu:
tu mano estaba sobre la mía, genio. Es obvio que no fui yo…
Ambos
estaban enfermos, enojados y muy sorprendidos. Sintieron como sus pocas energías se les iban, ambos se recostaron de nuevo mareados.
Tom:
mi cabesita…
Simone:
oh niños, el doctor tardara unos minutos mas, pero se veían tan lindos. Una
parejita enferma.
Tu:
¡mamá! –enojada.
Simone:
ya, ya se. Pero es la realidad si vuelven hacerlo les tomare una foto para que
vean.
Estabas
cansada como para llevarle la contraria así que mejor solo colocaste un brazo
sobre tus ojos porque la luz te lastimaba. Una hora después llegó el doctor,
ambos no podían soportar la situación, estar enfermos y encerrados en una
recamara, él los atendió a ambos para después dejarles medicamento. La señora
Simone se aseguro que lo tomaran. Mientras esperaban que hiciera efecto se hizo
hora de que los chicos llegaran. Como ustedes veían televisión en un silencio
muy pesado solo escucharon la puerta chillar al abrirse, entraron Bill con
Georg y Gustav.
Tu:
¡chicos! –sonreíste.
Bill:
hey hermano…
Cierto,
sigo siendo su hermano. Yo quería que me mimara…
Resignada
solo seguiste sonriendo de manera falsa.
Georg:
hey hermanita ¿Cómo estas?
Tom:
bien, aun enferma y rodeada de esta compañía tan horrible- te miró. ¿Me
trajiste algo para hacerme sentir mejor?
Georg:
sí, como se que te gusta tragar como cerdo, te traje una caja de chocolates
pero la señora Simone dijo que los comieras hasta cuando te sintieras mejor.
Tom
te miró sonriendo con malicia, sabía que te gustaban las golosinas y ahora que
él era tú, serian todas suyas.
Gustav:
vaya chicos, alguien los odia, eso de forzarlos a estar tiempo juntos ademas de
enfermos…
Georg:
es cierto...aunque sigo sin entender porque se les ocurrió mojarse y no tomar
un baño después de eso.
Tu:
ya lo sabemos, hemos aprendido la lección…
Todos
siguieron hablando hasta que la señora Simone les dijo que durmieran un rato,
te sentías bastante extraña. La cabeza te daba vueltas y seguías sin entender
por qué tenías mucho sueño y esperabas que eso te ayudara a recuperarte.
Apenas
te acostaste caíste profundamente dormida, pero tiempo después…Bill baja
corriendo las escaleras como si el mundo
se estuviese destruyendo y él intentara huir, se veía desesperado mientras
gritaba el nombre de su madre.
Bill:
¡MAMÁ! ¡MAMÁ! ¡Ayuda! ¡Ayúdanos! –grito histérico.
Simone
salió corriendo de la cocina mientras secaba sus manos, vio a uno de sus hijos
temblando en el pasillo mientras intentaba respirar.
Simone:
hijo...pero, pero ¿Qué pasa? –confundida.
Bill:
ellos…ellos…
Simone:
¡¿ellos quien, Bill?! ¿¡Ellos qué!?
Bill:
recamara...Tom… (Tu nombre)…ve…
Simone
al ver la poca respiración de su hijo menor por 5 minutos decidió ir a
observar de lo que él huia tan asustado. Al llegar al segundo piso se encontró
con dos caras altamente preocupadas de Georg y Gustav, ellos se veían confundidos mientras la observaban entrar a la habitación.
Simone
se sorprendió de lo que veía, ¿esto...esto era obra de la medicina o de la enfermedad? No entendía lo que pasaba pero de alguna extraña manera le
preocupaba.
Simone:
niños… ¿están bien?
Decía mientras las observaba…
ლ(ಠ益ಠლ)
Sí pude, les dije que subiría mas seguido,
espero mi buena racha no termine :c