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sábado, 26 de septiembre de 2015

Round #32 Unos tontos...

Tu: ¿Por qué corrías?
Tom: ¿Qué acaso no lo recuerdas?

Él te miró serio mientras que pensabas, colocaste una de tus manos en tu mentón de manera filosófica como si intentases buscar resultados en tu cabeza, pero nada. Tom rolo los ojos antes de responderte.

Tom: ¡las practicas, (tu nombre)! ¡Las practicas de la banda! En estos momentos ya deberías estar tocando la guitarra como una principiante pero ni eso has logrado.
Tu: oh cierto…lo había olvidado por completo ¿crees que pueda lograrlo a tiempo?
Tom: no se, pero si no lo logras mi hermano se decepcionara mucho y no quieres eso ¿verdad?

Mire a Tom por segundos, intente responder a su chantaje, si bien era cierto que él conocía el hecho de que a mi me molestaba que Bill estuviera mal, en este momento no es como si buscase demostrárselo, simplemente no sentía aquella emoción de hacer feliz a…Bill…

Tu: sí…cierto

Intente sonreír pero no fui convincente ni conmigo misma. De cualquier manera tuve que seguirlo hasta la vieja bodega donde practicaríamos con su guitarra de todos los días. Mientras estábamos los dos solos en la bodega todo parecía normal pero de alguna manera sentía un pequeño escalofrió e incomodidad por estar solo con él. No entendía que pasaba, nunca me había incomodado el estar con Tom pero ahora todo parecía tan complicado. El estar cerca de él, escuchar su voz siendo tan suave conmigo, mirar sus manos tocar las cuerdas y luego tocar mis manos para que tocara bien la música. 

Al final habíamos logrado avanzar un poco mi practica con la guitarra y estaba bien pues porque podría apoyarlos con su banda.

Cuando habíamos terminado de guardar todo, Tom se giro a mirarme, lucia serio pero no enojado. Mi corazón dio un pequeño salto en mi pecho, algo como si estuviese siendo presionado levemente, cuando logre que el  malestar pasara mire a Tom de nuevo.



Capitulo 32



Tom: deberíamos ir a despejarnos
Tu: ¿despejarnos? ¿Por qué?
Tom: bueno después de todo lo que nos ha pasado, necesitamos liberarnos de nuestros malestares ¿no crees?

Miraste confundida a Tom ¿Por qué sonreía tan tranquilo? ¿Qué planeaba hacer? ¿Alguna broma? 

Pero bueno creo que de alguna manera mi curiosidad fue mas grande que mis ganas de ir a encerrarme a la recamara de Tom para seguir llorando por algo que no puedo controlar. Respire profundo y lo mire.

Tu: sí, lo creo…

Por algunos instantes pequeños sentiste...No, por una milésima de segundo llegaste a ver que algo en la mirada de tu cuerpo brillaba ¿siempre había estado ese pequeño brillo ahí? ¿Era tuyo? ¿O era de Tom? Si era así ¿Por qué lo tenia? ¿Por qué su mirada parecía querer brillar?

Intentaste liberarte de aquellos pensamientos y para cuando te diste cuenta ya ibas caminando detrás de él. Llevaba su estuche de la guitarra en la espalda y caminaba unos pasos más que tú, era extraño saber quien eras pero ver tu cuerpo estar en otro lado. Tom caminaba como señorita, parecía que había estado practicando porque sus caderas o tus caderas bailaban de un lado a otro. Realmente no aguantaste las ganas de reír, tuviste que detenerte porque la imagen de Tom practicando para lograr ese tipo de caminar estaba en tu mente y te parecía la cosa más graciosa e irónica. Te carcajeabas y algunas personas te miraban confundida. Te recargaste en tus rodillas porque la risa hacia que el  estomago te doliera un poco, levantaste la mirada y Tom te observaba confundido.

Tom: ¿Qué pasa? ¿Por qué ríes? ¿Qué es lo gracioso?
Tu: -inhalaste profundo- tu…tu lo eres, eres gracioso

Te erguiste para después darle unas palmaditas en su hombro y seguir caminando. Tom se giro a verte confundido, no entendía que tenia él de gracioso.

Tom: por cierto… ¿A dónde quieres ir?
Tu: ¿Cómo que a donde? Pensé que ya tenías un lugar a donde me llevarías
Tom: lo tengo pero…no se si te gustara

Él te miro algo intranquilo como si dudase mucho en sus decisiones en ese momento. Tan solo sonreíste con él de nuevo.

Tu: estará bien Tom, confió en ti, realmente no se por que, pero lo hago.

Cuando menos lo pensaste ya estabas ahí, sentada esperando una orden de comida mientras no podías para de observar el lugar.

Tu: ¿desde cuando este lugar abrió?
Tom: ya llevan tres meses en la ciudad, fue algo diferente…
Tu: vaya que sí, lo es. Yo en lo personal no sabia de él
Tom: sí supongo que les hace falta publicidad, aun asi tienen clientela, supongo que no les hace falta

Tom jugaba con una servilleta que había tomado de los arreglos de la mesa mientras yo observaba asombrada el lugar, parecía un niño en una juguetería, pero el lugar al que Tom me había llevado lo merecía. Era un restaurante con tematica de los 50, estilo Vaselina. Había malteadas en el menú, ademas las chicas meseras utilizaban faldas esponjadas de color rosa y pañuelos en sus cuellos, andaban en patines repartiendo la comida. Había una rockola que reproducía música al estilo de Elvis Presley. Todo era muy bonito y divertido, la gente sonreía y parecía disfrutar el lugar. Ademas contaban con un área de patinaje donde mas música y luces encendían la diversión en el lugar.

De pronto una chica de melena morena se acerco a ustedes para dejar la comida, ella sonreía de una manera encantadora. Habías pedido una hamburguesa con papas y malteada de vainilla, esta tenia mucha crema batida en su sima y su popote era de colores caramelo.Tom por su parte comería pizza y una coca cola en un vaso bastante icononico de la época.

Tu: esto es sorprendente Tom ¿Cómo conociste este lugar?
Tom: -suspiro- pues una de las chicas con las que coqueteaba solía trabajar aquí, un día me invito y desde entonces vengo de vez en cuando
Tu. ¿Para verla?

Tomabas tu hamburguesa mientras mirabas con curiosidad los suaves movimientos de sus manos en la servilleta, parecía concentrado en crear una forma. De pronto te miro con seriedad y algo de sorpresa.

Tom: no, te dije que ya no trabaja aquí, ademas ella ya tiene un novio oficial
Tu: oh…

Luego de aquella pequeña revelación procedimos a comer, la verdad es que me distraía muy bien en este lugar. Tom parecía estar ya acostumbrado pero supongo que le debía parecer un lugar divertido, era bastante directo con sus decisiones, si algo no le gustaba lo decía desde el principio, como yo por ejemplo.

Pasaste un trago amargo de comida al pensar en esa ultima idea ¿aun eran enemigos? ¿Por qué compartían esta comida con naturalidad? Pensabas.  Cuando terminaron de comer caminaron hacia el área de patinaje, había varias personas patinando alrededor de la pista, algunos observaban desde los asientos, la música sonaba con calma en el lugar. Miraste el área de renta de patines y por un momento quisiste ir pero recordaste que no sabias andar en ellos, no querías avergonzar a nadie ni a ti misma.

Tom: ¿quieres intentarlo?
Tu: pero yo…
Tom: ya se, no sabes andar sobre ruedas

Él sonrió un poco con forma de burla pero no me enojo, entendía mi realidad.

Tu: sí…-agachaste tímidamente tu mirada.
Tom: no importa, si puedes aprender a tocar la guitarra, también puedes aprender esto

Tomó mi brazo y me llevo con el para rentar patines, luego nos sentamos en las bancas para abrocharlos. Cuando entramos a la pista Tom parecía todo un profesional mientras que a  mi las piernas me temblaban mucho, como venado recién nacido y debía permanecer agarrada del barandal de protección.

Tom: vamos, solo suéltate. Déjate llevar

Decía mientras patinaba con destreza en un pequeño círculo, toda la gente patinaba y patinaba mientras que yo avanzaba como un bebé. Me solté del barandal dándome impulso pero cuando el miedo me invadió comencé a manotear. De pronto cuando pensé que iba a caer, dos manos me tomaron de las muñecas.

Tom: ¡te tengo! –sonrió.

Lo observaste y Tom te ayudaba a mantenerte de pie.

Tu: tengo miedo….-confesaste.
Tom: se nota, pero debes luchar para resistirlo
Tu: lo dices muy fácil.
Tom: porque lo es, vamos yo te ayudare

Entonces el comenzó a patinar en reversa para que yo pudiese avanzar, nos tomábamos fuertemente de las muñecas el uno del otro. Así estuvimos por largos minutos, patinando lentamente, la música cambiaba, la gente iba y venia y nosotros avanzábamos a nuestro propio ritmo. Cuando pude mantener el equilibrio Tom me dejo libre, él comenzó a patinar frente a mí despacito mientras yo lo seguía, cuando tenia miedo levantaba mi mano intentando alcanzarlo y tomarlo, pero no podía y eso me desesperaba.

Quería alcanzar a Tom, quería tocarlo y sentirme segura con él. De pronto otro golpesito vino a mi corazón un ¡Ba-dump! Que no pude controlar. La nostalgia me invadió mientras observaba su espalda o bueno mi espalda, lo extraño es que yo sentía que podía ver al verdadero Tom, no a mi cuerpo, podía ver “su alma” por decirlo de alguna manera.

Como no podía alcanzarlo quería gritar, decirle que se detuviera, que volteara a verme, patine un poco mas fuerte, mis dedos rosaron su blusa del uniforme pero de pronto caí de centón.

Tu: ¡ay!

Te quejaste del dolor mientras cerrabas tus ojos del golpe que te habías dado, alguna gente te esquivo y otro solo rieron un poco mientras que Tom se detuvo para mirarte. Sonrió divertido y patino de regreso a ti.

Tom: ¿estas bien?
Tu: algo…mi dignidad sufrió más daños que tu cuerpo…

Tom rió de mi comentario de una manera divertida, le parecía gracioso. Me extendió su mano y lo tome, cuando estuve frente a el, ambos sonreímos con tranquilidad. De pronto unas luces rosas se encendieron sobre la pista, todos se detuvieron, el encargado de la música anuncio que era el momento ‘romántico’ del lugar, mas luces rosas se encendieron moviéndose en todo el lugar estas tenían formas de corazones, varios se tomaron de las manos mientras una canción romántica y tranquila comenzaba. Mire a Tom confundida y él me miro a mi, ambos nos encogimos de los hombros sin saber que hacer en este momento. Pero todo estaba tan preparado para el romanticismo, las luces se volvieron tenues y los corazones parecían brillar, nuestras manos se aferraban y nosotros solo nos mirábamos.

Cuando escuche con atención la canción, la descubrí. Mi padre se la había dedicado a mi madre en uno de sus aniversarios, de manera automática comencé a susurrarla. Tom había comenzado a girar conmigo tomándolo de la mano, seguíamos a las demás personas que giraban en la pista deslizándose lentamente con el dulce compás de la canción. Se llamaba ‘Can’t help falling in love with you’
‘No puedo evitar enamorarme de ti’ Del Rey, Elvis Presley.


Los hombres sabios dicen...
que solo los tontos se enamoran sin pensarlo bien...
pero yo no puedo evitar enamorarme de ti

¿Debería quedarme?
¿Podría ser un pecado…?
Si no puedo evitar enamorarme de ti…

Toma mi mano,
Toma toda mi vida también…
Porque yo no puedo evitar enamorarme de ti…


Cuando la canción estaba por terminar mire a Tom y él me miro también de reojo, ambos nos observábamos pero ninguno decía nada. Las ultimas notas se iban así como nuestro momento, apreté su mano y el la apretó de regreso, de nuevo sentí como mi corazón dio un pequeño salto, ya empezaba a doler pero no entendía por que…

Ya eran las diez de la noche cuando yo miraba por mi ventana las luces de las casas que brillaban, 
recargaba mi mentón sobre mi brazo izquierdo, el vidrio tenia algo de paño debido a mi cálida respiración, mire mi mano derecha con la cual había sostenido la mano de Tom, apreté de ella y estaba vacía. Mi subconsciente sabia que algo nuevo y extraño había sucedido hoy pero algo me decía que no estaba bien del todo, algo dolía pero al mismo tiempo se sentía bien. ¿Qué clase de sentimientos estaban en guerra en mi interior?

Las practicas de guitarra seguían en pie, después de una semana ya era bastante buena para poder tocar las canciones de los chicos, esto estaba yendo demasiado bien, nos sentíamos seguro de pasar desapercibidos con esto frente a los demás. En lo que consta de nuestra maldición faltaban 4 semanas para el día de  luna llena y aun no lográbamos encontrar aquello que habíamos perdido o aquello que se halla torcido en nuestras vidas. Con respecto al suceso de la pista de patinaje entre Tom y yo, ninguno había dicho nada de eso de nuevo, es mas actuábamos como si nunca hubiese sucedido, yo me sentía extraña al recordarlo y realmente no quería incomodarlo a él.

Habíamos participado en la tercera fase del concurso y por suerte nuestra habíamos logrado entrar a la segunda como banda, pero esta tendría lugar en Florida, era un lugar bastante lejano al nuestro pero por suerte tenia los gastos pagados, ahí nos hospedarían en un hotel, ademas los padres de Bill y Tom nos acompañarían. Mis amigas Nadia y Liz también irían así que me sentía feliz aunque ellas fuesen a pasar el tiempo con Tom por obvias razones que ellas no conocían. De mis padres aun no sabía nada, pero Tom me había dicho que Georg había hablado con él y pues le había dicho que debía sentirme tranquila ya que ellos regresarían, que cuando estaban juntos podían contra el mundo y nosotros no debíamos perder las esperanzas.

Su día de viaje a florida había llegado, habían subido maletas al avión, en el camino había dormido bastante y cuando llegaron al hotel, todos los chicos dormirían en la misma habitación, eso queria decir que compartirías recamara con Bill y Georg, sentías muchos nervios al estar de nuevo cerca de Bill pero estarías bien, intentarías resistir tus ganas de observarlo.


Tom por su parte compartiría recamara con tus amigas, eso te causaba algo de incomodidad debido a que sabias como era él a veces, mientras que los padres de Bill dormirían en su propia habitación también. Todos estaban muy nerviosos pero habían prometido dar lo mejor.











Aaaah no ser, que....Eva decida publicar más seguido xD
(criaturita del señor detected xD)
Bueno primero, eh publicado más seguido debido a
que esta semana no tuve clases, fue de conferencias
en mi facultad, así que tuve tiempo libre
la otra semana todo regresa a la normalidad
así que aproveche

Creo que ya les había dicho que ya tenia otra 
fic para publicar y que esta tendría una segunda 
temporada ¿no? Realmente el comentario de la 
lectora Husky de nuevo me dejo pensando en lo que
las lectoras piensan, quizás mis historias no son tan 
complicadas, yo misma lo he notado comparando con otras
pero es que no soy de las personas que le gusten mucho
esos personajes que se hacen los interesantes siempre 
llevándole la contra al mundo entero, no se como que a veces me
desesperan xD Realmente intento no siempre 
escribir lo mismo, osea en esta fic espero poder
escribir cosas que ustedes no se esperen que vayan
a suceder, si algo así sucede, osea que sea algo que no
esperaban espero me lo comenten :( porque realmente
quiero saber si lo estoy haciendo bien o no.

De nuevo, Husky, ya no puedo volver a abrir "Una historia de tu vida"
porque ya ha sido eliminada de blogger (mí decisión) es que
a parte de ser mi primer proyecto, fue la que mas errores tenia.
No hablo de la historia ¡hablo de mi ortografía! cuando
volvía a leerlas me avergonzaba de los horrendos errores
ortográficos, de verdad que la risa me daba...Osea mi plan
ahora es re-escribirlas y subirlas de nuevo, pero a Wattpad.
Por si me sigues allá también :)

Vendiendo mi amor...¡ah! esa fic, es...es triste...pero su final
ese final que le di no es el verdadero xD jajaja... ¡enserio! (.__.) no lo es
solo que en ese tiempo que la escribí tenia 3 finales para 
escoger, ese fue el menos probable por eso se lo di y creo
que a muchas les disgusto (sorry :c) pero es que yo tenia 
un plan para ese fic, algo mas grande que al final
ya no hice...no se por que...me di por vencida, supongo.
Pero más adelante hablare de ello, ahora ya eh comentado demasiado
¡Las quiero! les deseo lo mejor, se cuidan muchísimo
y disculpen a esta simple e inexperta humana por sus 
errores...Bye, bye.



martes, 22 de septiembre de 2015

Round #31 So f*cked up

Damian había apresado a tu cuerpo contra uno de los libreros parecía que debía besarte y tomar una foto de eso. Tom lo empujo con tus brazos pero demasiado débiles, realmente estaba que hervía del enojo si estuviese en su cuerpo podría golpearlo con tantas ganas. Pero luego a la mente de Tom vino algo, si el no hubiese sido tan terco contigo, si no hubiese querido molestarte con el cambio de look en tu cuerpo nada de esto hubiera pasado, si él hubiese seguido vistiendo como monja a como tu lo hacías nada de esto estaría pasando o aun peor, si en realidad en estos momentos fueras tu quien intentara defenderse ¿Qué te habría pasado? ¿Qué habrías hecho? ¿Quién te hubiese salvado?

Él estaba muy enojado consigo mismo y con Damian, lo tomo del rostro empujándolo con todas sus fuerzas, este se resistía pero Tom ponía todo su empeño en empujarlo, entonces encajo tus uñas en su rostro. Damian grito pero quito su brazo azotando con fuerza tu cuerpo al librero. Tom sintió como un poco de aire salía de su cuerpo, le dolían los brazos ¿Por qué las mujeres debían ser tan débiles? ¿Por qué tu tenias que ser tan delicada? Delicada…era cierto, así eras tú, pensó Tom.

De pronto escucho una voz familiar. Abrió sus ojos y miro detrás de Damian ahí estaba su cuerpo, osea tú, habías jalado a Damian empujándolo contra el suelo. Tom te miro muy sorprendido ¿Qué hacías ahí?...                                                  


Capitulo 31


Te giraste a mirarlo mientras que Tom no podía creerlo.

Tu: ¡te dije que no vinieras! Esas cartas estúpidas de encuentros nunca son confiables, si tanto quieren declararse que lo hagan de frente...

Estabas realmente molesta, pero él se sentía realmente feliz. Aun dolían sus muñecas pero al verte ser tan valiente le parecía fantástico. De pronto Damian se levanto y te tomo del cuello, Tom miro horrorizado la escena, así que así se veía una pelea entre chicos desde tercera persona. Intentabas quitártelo de encima a como podías, luego te empujaste hacia atrás e hiciste que Damian chocara contra la pared. El ruido del golpe se escuchó por todo el lugar. Este te soltó y solo te giraste a patearlo fuerte.

Tu: ¡deja a (tu nombre) en paz! ¡Imbécil! Debería romperte toda la cara pero realmente no vales la pena. Si te vuelves a acercar a ella te moleré a golpes, ¿entendiste? ¡Asqueroso!

Querías seguir pateándolo hasta que Tom te detuvo, él podía ver la rabia en tus ojos, sabia que estabas horrorizada de lo que casi te hacia y lo único que intentabas era aprovechar la oportunidad de tener mas fuerza para desquitarte el coraje, pero Damian ya tenia sangre en el rostro así que con eso bastaba. Nadie debía saber de esto menos porque podrían correrte de la escuela. Tom te tomó de los hombros para sacarte de ahí. Luego se giró hacia Damian.

Tom: si tu dices algo de los golpes yo diré sobre lo que intentaste hacer y créeme que por ser la chica intelectual de la escuela me creerán mas a mi que a ti, así que ya sabes.

Ambos caminaron lejos de ahí, dejando a un golpeado Damian en el suelo. Tom aun estaba sorprendido por lo que acaba de pasar pero para él habías estado fantástica, es decir golpeabas como si fuese algo normal en ti hacerlo.

Ya afuera, en el camino nadie decía nada, caminabas dos pasos mas adelante que Tom, él no sabia que hacer ni decir. Quería disculparse por no haberte creído pero no sabia como, realmente te había puesto en riesgo.

No habían hablado en todo el camino y cuando llegaron a su casa nadie dijo nada aun. La señora Simone se había asustado de ver al cuerpo de Tom desarreglado y con el rostro algo rojo pero le habías dicho que te habías caído de la patineta. Mientras que Tom observaba desde lo lejos. Sabia que no estabas bien, nunca habías sido tan seria.

Él se había quedado en la habitación encerrado pensando alguna manera para hacerte hablar, no podías ser así de seria y él no podía soportar a su conciencia que le decía que todo había sido su culpa, si no hubiese jugado a ser un idiota nada de esto hubieses sucedido. Sabia que podía ser una patán muchas veces pero al verte así de triste le molestaba, si bien era divertido cuando te molestaba él sabia bien que no te afectaría a tal punto de la depresión pero ahora parecías alguien más, esa de ahí ya no eras tu.

Harto y cansado de ahogarse en su propia miseria salió de la habitación en busca de aire, en el pasillo se había encontrado con la señora Simone, la cual le había dicho que necesitaba hablar con él y Georg.

Minutos mas tarde salías de la habitación donde habías estado encerrada, realmente no querías hablar con nadie en este momento, te habías acostado mirando el techo sin pensar en nada ni en nadie, pero ahora era momento de cenar así que esperabas que eso te ayudara a despejarte. En el camino te habías encontrado con Bill quien miraba la puerta que llevaba al estudio del señor Gordon, parecía pensativo y era extraño verlo ahí sin hacer nada. Caminaste a su lado para averiguar que sucedía.

Tu: am…Bill ¿Qué haces aquí? ¿Sucede algo importante?

Él se giro a mirarte con un rostro bastante serio.

Bill: hace rato que mamá llamó a Georg y (tu nombre), de alguna manera me preocupa lo que les vaya a decir. Es decir, ya llevan bastante ahí y siento que algo realmente no esta bien….

De pronto sentiste como un pequeño dolor de estomago te agobiaba, esperabas que no fuera nada serio…

Habían esperado varios minutos más fuera de la habitación. La puerta se abrió repentinamente y de ahí salían Georg y Tom con tu cuerpo. Ambos se veían bastante serios y cabizbajos. Observaste a Tom de pronto él se dio cuenta de tu presencia y te miró. Fue cuestión de segundos, ambos se habían comunicado con la mirada. Él camino hacia las escaleras hasta su habitación, esperaste unos segundos para seguirlo sin que nadie se diera cuenta.

Se encontraba en la recamara que la señora Simone te había dado antes de que el cambio de cuerpos sucediera, estaba sentado en la orilla de la cama mirando hacia sus pies, parecía agobiado. Caminaste en silencio y te sentaste a su lado, la cama crujió un poco y ese fue el único sonido en la habitación, los minutos pasaban y él no decía nada.

Tu: ¿Qué pasó? –lo miraste con incertidumbre. ¿Sucedió algo malo?

Mi voz era suave, tan suave que ni la reconocía, pero es que ambos estábamos tan diferentes a lo que 
eramos que de verdad ya todo era confuso. Tom solo miraba el piso, de pronto dio un largo suspiro restregando su rostro, parecía desesperado.

Tom: no se como decirlo…
Tu: ¿Por qué?

Él me miró directamente a los ojos de un momento a otro, estaba tan sorprendida por aquellos ojos color avellana que me miraban con tanta seguridad y dureza.

Tom: porque sé que vas a sufrir…

De nuevo el silencio reinó en la habitación pero no en mi mente, en mi cabeza miles de voces hacían muchas preguntas, sentía como las manos me sudaban, siempre habían sido así desde que tenia memoria, me hacían sentir algo avergonzada en algunas ocasiones.

Los minutos fueron largos luego de esas palabras, luego de que Tom explicara y expresara todo lo que tuviese que decir, había sido difícil pero lo había dicho. No había querido ni siquiera mirarte mientras te decía todo aquello, nunca había tenido que ser portador  de tan malas noticias. Cuando había terminado tan solo inhalo profundo, luego te miró.

La observe mirando hacia la nada, hacia un punto vacío. Sus ojos se abrían con gran sorpresa, el brillo de las luces de la calle aluzaba su rostro, de pronto cuando apenas había creído por un mili-segundo que ella estaba bien y que seria fuerte. Una mueca llena de dolor se formó en su cara, sus líneas de expresión fueron tan...tan expresivas que no supe que hacer, sus/mis labios se curvaban en una mueca de colina. Es decir, hacia abajo, parecía entre un berrinche y un horrible dolor, pude escuchar un gemido de dolor mientras (tu nombre) se aferraba a su pecho para caer de rodillas al suelo, todo fue tan rápido y lento al mismo tiempo que solo me sorprendí de verla ahí con lagrimas brotando de sus ojos como si una presa hubiese abierto sus compuertas por exceso de presión.

Ella chillaba en voz baja tirada de rodillas en el piso, de manera automática me deslice hasta ella y la abrase con fuerza, pude sentir su aliento chocando en mi hombro mientras ella intentaba inhalar aire para después volver a llorar aun más. No podía decir nada, no quería decir nada, no debía decir nada. 

La noticia la había tomado por sorpresa y realmente nunca creí que lo tomaría de esta manera. Nunca creí que yo llegaría a estar en esta situación con ella y menos de esta manera, sentir su calor, su aliento cálido en mi hombro, sus lagrimas humedeciendo mi ropa, mientras ella temblaba aferrándose a mi cuerpo.

Repentinamente sentía como mi corazón parecía temblar ante su cercanía, de manera automática mis dedos se cruzaron sobre su espalda, la abrace un poco mas fuerte y ella no hizo nada para impedírmelo…esto era extraño y de alguna manera sentía que estaba mal, pero tampoco podía detenerme. De alguna manera no quería hacerlo…

Los minutos habían pasado en la habitación sin que alguien dijera algo o se opusiera a nuestra cercanía, en todo momento solo había pensado que hacer para hacerla feliz pero entendía que yo no era el indicado para eso. A mi cabeza venían pensamientos extraños y muy diferentes a mí, pensamientos donde algo cálido me embriagaba el alma para con (tu nombre). Cosas como seguir abrazándola y decirle que todo estaba bien, cosas como querer verla sonreír de nuevo, extraños pensamientos de su sentido de humor al estar feliz y sus gesto al verla enojada. Oh hombre, esto estaba muy mal…demasiado jodido para explicarlo, me estaba convirtiendo en un imbécil. Debía prometerme solo pensar en esto por el hecho de verla mal, triste y que yo era el único que podía entenderla o ayudarla. El único…

Tom se había quedado con esas últimas palabras en su cabeza repitiéndose como ecos lejanos. Podía escuchar tu voz quebrada en su cuello, mientras intentabas respirar en medio del llanto, esa noche había sido muy reveladora para ambos, aunque estuviese luchando por negarlo, negar lo que les dolía en el pecho y no podían describir.

Había pasado una semana mas luego de aquella desgarradora noticia, por alguna razón todo estaba muy tranquilo en sus vidas. Digo, no se habían hecho los mejores amigos del mundo pero ya no peleaban. Tom era bastante distante a veces contigo y eso te extrañaba, ya no buscaba pelear ni tampoco sonreír a tu lado. Luego de aquella noche donde te habías acurrucado en su regazo todo había cambiado, la noticia de que tus padres se habían colocado como perdidos por el mismo gobierno de China aun dolía pero debías intentar resistir, nadie debía notar la tristeza que te acongojaba y menos cuando no estabas en tu cuerpo.

Las clases habían terminado de nuevo, era un viernes por la tarde cuando guardabas tus últimos libros en la mochila, ya nadie quedaba en el salón, saliste por los solitarios pasillos, sin un alma en ellos, eran bastante extraños en este colegio a veces. Cuando estabas por empujar la ultima puerta que te llevaba  a la salida, escuchaste que alguien te llamo, te giraste y era Tom quien venia corriendo. Traía un estuche de guitarra en su espalda, al llegar contigo estaba algo bofo, respiro recargándose sobre sus rodillas.

Tom: vaya…que necesitas hacer algo…con tu debilucho cuerpo….se agoto y apenas corrí unos metros.

Estaba confundida con su actitud, ahora parecía estar interesado en pelear conmigo siendo que había estado alejándose de mí.

Tu: ¿Por qué corrías?
Tom: ¿Qué acaso no lo recuerdas?

Él te miró serio mientras que pensabas, colocaste una de tus manos en tu mentón de manera filosófica como si intentases buscar resultados en tu cabeza, pero nada. Tom rolo los ojos antes de responderte.

Tom: ¡las practicas, (tu nombre)! ¡Las practicas de la banda! En estos momentos ya deberías estar tocando la guitarra como una principiante pero ni eso has logrado.
Tu: oh cierto…lo había olvidado por completo ¿crees que pueda lograrlo a tiempo?
Tom: no se, pero si no lo logras mi hermano se decepcionara mucho y no quieres eso ¿verdad?

Mire a Tom por segundos, intente responder a su chantaje, si bien era cierto que él conocía el hecho de que a mi me molestaba que Bill estuviera mal, en este momento no es como si buscase demostrárselo, simplemente no sentía aquella emoción de hacer feliz a…Bill…

Tu: sí…cierto

Intente sonreír pero no fui convincente ni conmigo misma. De cualquier manera tuve que seguirlo hasta la vieja bodega donde practicaríamos con su guitarra de todos los días. Mientras estábamos los dos solos en la bodega todo parecía normal pero de alguna manera sentía un pequeño escalofrió e incomodidad por estar solo con él. No entendía que pasaba, nunca me había incomodado el estar con Tom pero ahora todo parecía tan complicado. El estar cerca de él, escuchar su voz siendo tan suave conmigo, mirar sus manos tocar las cuerdas y luego tocar mis manos para que tocara bien la música. 

Al final habíamos logrado avanzar un poco mi practica con la guitarra y estaba bien pues porque podría apoyarlos con su banda.


Cuando habíamos terminado de guardar todo, Tom se giro a mirarme, lucia serio pero no enojado. Mi corazón dio un pequeño salto en mi pecho, algo como si estuviese siendo presionado levemente, cuando logre que el  malestar pasara mire a Tom de nuevo.




Espero les gusten estos capis seguidos que subí
sigo siendo consiente de que me he tardado
y supongo que ya sabrán algunas de mis razones xD
pero sepan que voy a terminar la fic ¡sí, que sí!
Aun no me rindo c: Recientemente
he descubierto música que me ha servido de 
inspiración y eso me alegra, hace más
favorables las historias. En fin...

Ese 'HashtagNipedo' me dió mucha risa Husky,
muy buena tu sinceridad xD
Muchas gracias por sus comentarios, les 
deseo lo mejor a todas. Se cuidan, Bye, bye!


domingo, 20 de septiembre de 2015

Round #30 No somos lo mismo

Tom: entonces ¿ya había sucedido antes?

Melina: por supuesto, no son los primeros ni los últimos que sabrán de ese pozo, créanme- sonrió.
Tu: ¿y todos han logrado corregir sus historias? –esperanzada. Ella te miró con algo de pena y ambos entendieron.
Melina: no, pequeña niña, no todos lo han  logrado pero de igual manera ni ellos mismos lo han de recordar…

Los tres se quedaron en silencio oyendo el soplar del viento fuera de la carpa. Sabían que seria algo realmente difícil conocer que era lo que el pozo les quería decir, aun así debían intentarlo ¿no?

Tom: bueno, pues eso no nos sucederá a nosotros, de eso estoy muy seguro. Saldremos de esto (tu nombre) y después haremos de nuestras vidas lo que queramos.

El sonrió contigo bastante positivo. Sonreíste y asentiste. Melina los observo con ternura y sonrió, bonita pareja fueron a hacer, ese pozo debía tener algo realmente bueno entre manos, pensó Melina.



Capitulo 30



Luego de haber terminado aquella sesión con Melina, ambos habían ido a casa, tenían que seguir con sus vidas aun así a pesar de saber que el tiempo corría para ustedes.  Entendían lo que el pozo pedía pero no comprendían que tenia que ver con ustedes, si debían comenzar de nuevo ¿Qué era lo que estaba mal? ¿Qué se había torcido en sus vidas que necesitaban arreglar entre los dos? Es decir, solo eran dos personas normales que seguían sus pensamientos de vida ¿no?

Habías estudiado toda la tarde del domingo, respondías tareas y leías libros. Ni idea tenias de lo que sucedía en el mundo exterior, comías en tu recamara y por completo te olvidabas de los demás. La señora Simone aun así parecía feliz de ver a su hijo siendo tan responsable. Diariamente te preocupaba el hecho de no haber recibido noticias de tu madre en China, comprendías que quizás era difícil para ella pero realmente necesitabas señales de ellos, incluso aunque fuesen de humo.

El día lunes había sido como cualquier otro, había acudido a mis clases como siempre, pero hoy día debía ir a una junta con el director, debía informarle de mis avances con mis resultados de las materias.

Director: pues todo parece ir muy bien Tom. Veo que realmente te has esforzado.
Tu: sí, he hecho lo mejor que puedo ¿sabe? Puedo parecer algo desordenado con mi vida pero no quiero que mi madre se moleste aun mas…
Director: ¿siguen con su idea de ser famosos?
Tom: sí…mi hermano me ha dado algo de tiempo para estudiar…

Por décima vez había olvidado el hecho de tener que practicar la guitarra, si bien Tom lo había resuelto la primera vez, no creo que todo el tiempo podamos fingir el que yo toco el instrumento, mientras que en realidad es Tom detrás de bambalinas, la próxima vez que lo viese le diría.

Director: perfecto, entonces  sigan así y podre verlos a ambos en la graduación.

Me levante agradeciendo su atención, después de ahí salí con tranquilidad a dejar mis libros en el casillero. Debía ir al baño a hacer mis necesidades y ni hablar de contar el hecho de que había tenido que aprender a ver a Tom desnudo, porque la verdad era que siempre entraba en un cubículo para cerrar mis ojos y hacer lo que se deba hacer, sin tener que ver o tocar mucho. La verdad era lo mas vergonzoso de mi vida, si tuviese ese pozo enfrente le prendería fuego si pudiera. Al menos podría colocar clausulas de que este tipo de cosas se cancelen en la vida de los otros. Odio la idea de pensar en que Tom también tiene que llevar mi cuerpo al baño…

De pronto mientras intentaba hacer mis necesidades sin ensuciar el baño escuche las voces de algunos chicos.

Chico A: muchas chicas lindas ¿no crees?
Chico B: sí, la fiesta fue un gran lugar para conocer mejor a las compañeras…
Chico A: aunque aun me parece extraña la actitud tan amigable que ha optado (tu nombre) ¿no crees?
Chico B: ¿es aquella de las olimpiadas de física?
Chica A: sí esa.
Chico B: pues no es que sobresalga ¿sabes? No es tan bonita como otras, pero al menos no se queda tan atrás…

Rolé los ojos al escuchar de nuevo ese tipo de palabras conmigo. ¿Es que acaso a todos solo les gustaba lo físico? Pero de pronto retomaron su plática, esta vez me pareció más importante.

Chic A: creo haber escuchado que Damian la quería
Chico B: ¿querer? Jajaja ¿sabes lo que él piensa de las mujeres. Son solo un juego, ese chico solo busca trofeos, creo que (tu nombre) seria muy tonta si se acercase a él, es una presa demasiado fácil…

Después de eso los chicos salieron del baño, realmente no entendía a que se referían sobre Damian, lo conocía pero nunca me había agradado, un par de veces lo había visto con Tom. Pero no sabia que eran de la misma calaña. En fin después cuando viese a Tom le diría.

Esa misma noche entraste a la recamara de Tom, él estaba sentado frente al escritorio que la señora Simone te había conseguido, era extraño verlo entre tanto rosa.

Tu: Tom, necesito decirte algo.

El salto sorprendido de oírte de pronto, parecía estar escribiendo algo pero en cuanto te escucho cerro su libreta.

Tom: ¿acaso nadie te enseño a tocar, nerd? Pude haber estado desnuda –te mostró la lengua.
Tu: -rolaste los ojos- por favor, no tienes nada que yo no haya visto, ademas es mi cuerpo.
Tom: como sea…-fastidiado. ¿Qué quieres?
Tu: advertirte de algo. Hoy escuche a dos chicos hablar en el baño, hablaban de un tal Damian, decían que él andaba detrás de mis huesitos…-dijiste preocupada.
Tom: -sorprendido- ¿Damian es gay? –asustado.
Tu: ¡No! Hablo de ti, osea mi cuerpo. El que tú estas ocupando ahora –exasperada.
Tom: ¿Qué? ¿De que rayos hablas nerd? El no se atrevería a hacerme algo..

El se levanto de su lugar incrédulo. Coloco su libreta en un librero y te miro incrédulo.

Tu: pero Tom...tu no sabes lo que un chico le puede hacer a una chica…-desesperada.
Tom: por si lo has olvidado, yo soy un chico. Claro que se lo que pueden hacer, eso no significa que yo vaya a seguir a Damian, ¿esta bien? ¿Contenta?
Tu: solo quiero que tengas cuidado, no es lo mismo tu cuerpo al mio ¿sabes? No tenemos la misma fuerza, el podría dominarte…
Tom: -rió. ¿Dominarme? ¿Acaso estas loco? Ese tipo no podría contra mí. Conozco bien a su tipo…

Mordiste tu labio nerviosa, no podías hacer que Tom entrase en razón por mas que le decías ¿Qué mas podía hacer? El no entendía el grado de peligro que corría ¿o si?

Tu: bueno al menos prométeme que estarás menos entre esos chicos
Tom: si estas preocupada de que te veas como una guarra, tranquila ya no volveré a hacerte eso ¿bien?

Habías salido de su habitación sin lograr que el te escuchara, era demasiado terco para ti, solo esperabas que realmente supiera manejar la situación. Habías pasado toda la noche imaginando las peores de las cosas, no habías pegado el ojo muy bien y sabias que esto seguiría asi hasta que esto de la maldición terminara.

A la mañana siguiente Tom ya había tomado un baño contigo, osea con los ojos vendados y todo para no tener que tocar mucho. Había peinado tu cabello, se había colocado el uniforme como tú le había dicho y se dirigió a la escuela luego de desayunar. Nada había sido diferente de lo normal, hablaba con algunos y entregaba sus tareas, si bien no eran tan perfectas como tu las solías hacer, hacia lo mejor que podía.

Leonard: oye (tu nombre) ¿Tom sigue estando ocupado con sus trabajos?
Tom: sí, aun. Debe conseguir una buena calificación final para pasar la materia.
Leonard: pobre, oye por cierto alguien me dijo que te entregara esto…
Tom: ¿que es?

Decía el mirando la mano de Leonard que tenia un papel, él lo abrió y dentro había unas palabras. Lo estaban citando después de la salida en la biblioteca mas no decía algún nombre.

Tom: ¿Quién te dio esto? –confundido.
Leonard: no se, a mi también me lo pasaron, pero no vayas si no quieres

Tom miro a Leonard con algo de duda, después de eso no dijo nada y siguió con su almuerzo. No te 
había visto en todo el día así que bueno no podría contártelo antes. Había decidió ir por curiosidad, igual si era algo realmente malo simplemente se iríaquizás hasta podría conseguirte un novio. Bueno aunque a ti ya te gustase su hermano…

La hora de la salida había llegado, fue a dejar sus últimos libros. Llevaba su mochila en la espalda y camino hacia el lugar donde le decían. A esta hora ya debía estar cerrada la biblioteca pero cuando llego la puerta estaba abierta. Raro, pensó Tom.

Entonces entro pero no vio a nadie, siguió caminando hacia los pasillos para ver si ahí había alguien, no es como si la biblioteca fuese muy grande

Tom: hola…

Vaya tal parece que Leonard tenia razón, solo era un broma. No era de esperarse con las suerte que tiene  (tu nombre) con los chicos, solo Bill es tan sonso para fijarse en ella…

Tom seguía caminando con tranquilidad por los pasillos, observaba como se encontraban todos vacíos y en silencio, así que mejor decidió dar la vuelta y salir de ahí, tenia hambre era mejor llegar a casa.

-Hola

Pero en cuanto se giro ahí estaba un chico como de dos cabezas mas alto que tu cuerpo, cabello negro, ojos cafés claros, nada especial.

Vaya entonces Damian sí vino, que extraño, será otro cegatón enamorado de tu nombre me supongo, 
pero ¿Por qué citarla aquí? Es algo tonto, mejor debería decírselo frente a todos, en todo caso me supongo que no quiere que nadie se entere, es como si se avergonzara de que lo vieran con ella…estúpido.

Tom: oh Damian, hola. –Sonriendo de manera falsa- ¿a ti también te hicieron una broma? Leonard me dijo que alguien había mandado este papel, pero como no hay nadie aquí mejor me iba a ir

No podía quedarme mas tiempo ahí, debía salir rápido este chico era muy raro, lo conocía porque a veces hablábamos pero tampoco era alguien quien me agradara, si bien yo me las daba de don juan él era mucho peor, nunca me gusto esa manera tan egocéntrica y fría de tratar a las mujeres, mas nunca crei que una de sus presas fuera (tu nombre) es decir es fea… ¿no?

Damian: oh no (tu nombre), no fue una broma, yo fui quien envió ese papel..
Tom había logrado pasar a su lado pero en cuanto el dijo eso, se giro a verlo confundido.
Tom: ¿Por qué harías eso?
Damian: pues veras…desde que he visto que has cambiado de actitud me comenzaste a interesar. Es decir, eras linda desde que estudiabas y todo pero realmente no creía tener oportunidad, como siempre andabas con Kaulitz creí que era perder mi tiempo pero como de un tiempo para acá te has vuelto mas social con los chicos y menos con tus amigos pensé que era mi oportunidad…
Damian sonreía con amabilidad pero Tom no creía ninguna de sus palabras.
Tom: bueno debo decir que nada ha cambiado, sigo siendo la nerd de biblioteca, el que ahora hable con los amigos de Tom no quiere decir que me ponga disponible, aun así no quiero nada con nadie…
Damian: oh ¿enserio? Pues yo también soy amigo de Tom, podrías hablar conmigo como con los demás.

Él había sonreído de manera amigable pero Tom no creía en nada, era obvio que ellos dos no eran amigos, simplemente hablaban  a veces y eso porque Damian iniciaba, él nunca había tenido la necesidad o ganas de hablarle.

Tom: mientes…
Damina: ¿Qué? –sorprendido.
Tom: tú y Tom jamás han sido amigos, él nunca te ha mencionado. Ademas solo porque no hable con Kaulitz no quiere decir que no me guste, simplemente estamos ocupados con otras cosas. Ademas disculpa pero ya me debo de ir..

Tom iba a darse media vuelta para seguir caminando cuando sintió que lo tomaron de su muñeca y lo jalaron.

Tom: ¡auch!

Grito cuando sintió dolor en su brazo, el se giro sorprendido al ver un Damian bastante serio, quería zafar su brazo pero cada vez que lo intentaba este dolía mas.

Tom: ¿Qué haces, imbécil? ¡Suéltame! Ya te dije que no me interesa estar aquí contigo ¡suéltame!

Tom comenzó a gruñir enojado, intentaba zafarse pero no podía ¿Por qué sucedía esto? ¿Por qué tu cuerpo era tan jodidamente débil? Podía sentir el dolor en su mano pero por mas que lo intentaba no se liberaba.

Damian: tu chiquilla fastidiosa –enojado- me fastidia que mujeres como tu se hagan las santas, eres una mas del montón, idiota. Si no fuera por una estúpida apuesta ni siquiera hubiese venido aquí contigo, ahora solo debo hacer lo que debía e irme para que me paguen..
Tom: ¡¿que?! ¿De que rayos hablas? Suéltame estúpido, no me interesa estar aquí contigo ¿Qué haces? ¡Quítate de encima! ¡Quítate!

Damian había apresado a tu cuerpo contra uno de los libreros parecía que debía besarte y tomar una foto de eso. Tom lo empujo con tus brazos pero demasiado débiles, realmente estaba que hervía del enojo si estuviese en su cuerpo podría golpearlo con tantas ganas. Pero luego a la mente de Tom vino algo, si el no hubiese sido tan terco contigo, si no hubiese querido molestarte con el cambio de look en tu cuerpo nada de esto hubiera pasado, si él hubiese seguido vistiendo como monja a como tu lo hacías nada de esto estaría pasando o aun peor, si en realidad en estos momentos fueras tu quien intentara defenderse ¿Qué te habría pasado? ¿Qué habrías hecho? ¿Quién te hubiese salvado?

Él estaba muy enojado consigo mismo y con Damian, lo tomo del rostro empujándolo con todas sus fuerzas, este se resistía pero Tom ponía todo su empeño en empujarlo, entonces encajo tus uñas en su rostro. Damian grito pero quito su brazo azotando con fuerza tu cuerpo al librero. Tom sintió como un poco de aire salía de su cuerpo, le dolían los brazos ¿Por qué las mujeres debían ser tan débiles? ¿Por qué tu tenias que ser tan delicada? Delicada…era cierto, así eras tú, pensó Tom.


De pronto escucho una voz familiar. Abrió sus ojos y miro detrás de Damian ahí estaba su cuerpo, osea tú, habías jalado a Damian empujándolo contra el suelo. Tom te miro muy sorprendido ¿Qué hacías ahí?...