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martes, 30 de junio de 2015

Round #26 Viejos amoríos

Luego de que la tarde cayera sobre nosotros, fue que decidimos regresar. La mamá de los chicos llegaría pronto a su casa, así que debíamos estar a tiempo para la cena. Regresamos completamente cansados. Tom se había sentado con Georg puesto que se suponía esa era yo. Me había sentado con Bill. Él miraba por la ventana del autobús, entonces me gire a mirar a Tom quien se había quedado dormido. Mi boca estaba abierta y no podía creer lo avergonzada que estaba al verme dormida en esas condiciones, pero lo que me sorprendió aun más fue que mi hermano recargara mi cabeza en su hombro para que mi cuello no se lastimara con el vaivén del camión. Yo nunca…nunca lo había recordado así de tierno conmigo, por lo general siempre peleábamos como todos los hermanos, quizás era porque yo siempre lo alejaba de mí, nunca dejaba que se inmiscuyera en mis asuntos, pero el verlo ser asi de bondadoso con Tom o conmigo mejor dicho cambiaba muchos pensamientos en mi mente. Cosas que antes no había podido notar pero que ahora me parecían mas claras….


Capitulo 26


Habían pasado 4 semanas de nuestro cambio de cuerpos, de alguna manera nos habíamos acoplado a nuestras vidas diarias, si bien no había sido lo mas fácil del mundo. No habíamos caminado entre rosas todo este tiempo aun nos llevábamos mal pero sabíamos entender que la situación no estaba para ser los enemigos de corazón que eramos así que habíamos declarado algo así como un tregua por un tiempo.

Las cosas mas raras que me habían pasado no era l hecho de no estar en mi cuerpo, eran los cuervos. Sí ¡cuervos! Desde aquel día en la piscina no me habían dejado de seguir, no con toda su parvada si no que bueno siempre estaban presentes en mis días. Quizás era yo la que lo imaginaba pero ellos tramaban algo de eso estaba segura.Aunque a pesar de todo también me había acostumbrado a ellos, solía alimentarlos cuando estaba en la hora de receso del colegio, me hacían compañía a pesar de todo.

Habían terminado las clases y el cielo estaba muy gris, parecía que llovería. Debía regresar un libro a la biblioteca, cuando regresaba de aquel lugar las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer pero luego comenzó a ser mas fuerte, tal punto en que todo comenzó a inundarse.
Estaba debajo de un techo de la escuela mientras esperaba que el agua bajara. Los libros se me mojarían así que regrese a guardar mi mochila en los casilleros, cuando regresaba a la salida me encontré con mi cuerpo de pie mirando la lluvia caer, sí bueno nunca imagine encontrarme con Tom.

Tu: ¿De casualidad trajiste paraguas?

Tom se giró a mirarme con cara de pocos amigos.

Tom: ¿Crees que si hubiese traído paraguas, estaría aquí de pie contigo?

Me miro con desdén y yo solo pude rolar mis ojos.

Tu: no ¿verdad?

Respondiste con el mismo sarcasmo que el había utilizado contigo. No eran los mejores amigos aun en esta situación, eso era  y seria obvio. Ambos duraron varios minutos esperando y esperando por una lluvia que nunca ceso.

Tom: pues ya que esto no tiene para parar, yo me voy.

Lo miraste tomar el saco del uniforme para cubrirse la cabeza.

Tu: oye espera…

No querías dejarlo salir así puesto que sabias que el agua fría traería sus consecuencias…

Tom: ¿estas loca? Yo me voy
Tu: pero Tom, el agua esta helada…esto nos va a enfermar
Tom: claro que no, si quieres quedarte pues quédate cobarde, yo me voy de aquí…

Rápidamente colocaste el saco sobre tu cabeza y también corriste detrás de él, sentiste el agua helada que humedeció con rapidez tu cuerpo entero. Sabias que esto terminaría mal.

Tu: estoy segura de que pronto terminaremos…

Al día siguiente…

Tu: enfermos…-estornudaste.
Simone: tienen 38 grados…es fiebre oficial…

Decía mientras miraba los termómetros en sus manos, los cuales les había colocado en la boca a cada uno hacía unos minutos.

Gordon: llamare al doctor…

Tom y tu estaban sentados en la sala aun en pijamas, ambos se sentían fatal luego de aquella lluvia helada habían terminado enfermos al siguiente día.

Simone: oh niños, hoy no irán a la escuela –preocupada- no puedo creer que se les ocurriera correr en el agua helada, miren como han terminado…
Tu: yo tampoco puedo creerlo…-susurraste mirando a Tom.

Él estaba envuelto en una manta amarilla muy suave pues tenia frío aunque no hiciese. Miró tus ojos que lo acusaban y después se giró ignorándote.

Simone: bueno niños ya que Georg no esta enfermo y si Gustav viene a visitarlos no quiero que los infecten de la gripe tampoco así que deben estar en un solo espacio aislados por un rato.
Ambos: ¡¿Qué?!
Simone: descansen en el cuarto de Tom, se abrigan bien, yo les llevare sopa para que coman y el doctor les dará medicamento.
Tu: pero mamá yo no quiero estar en el mismo espacio/aire con ella

Miraste a Tom.

Tom: ni yo contigo
Simone: eso lo hubieran pensado antes de mojarse, ahora suban ambos a recostarse o los mandare delirantes a la escuela –seria.

No tenían mas opción que obedecer, al subir fue algo incomodo tener que compartir cama, pero había creado una muralla de almohadas para no tener que tocarse ni verse.

Tom: quédate de tu lado
Tu: pues ni que quisiera estar en tu lado de la cama, me infectarías tu idiotez.
Tom: fastidiosa
Tu: ¡bruto!

Ambos se giraron dándose las espaldas, a pesar de sentirse tan mal, ambos no dejarían de pelear.

¡Agg!, la cabeza me daba como que vueltas, tenia mucho frío aunque estuviera cobijada, el cuerpo me pesaba y todo me dolía. Odiaba estar enferma, siempre terminaba en cama por un par de días, si bien me perdía la escuela para dormir tampoco me hacia tanta gracia sentir todos estos síntomas y mucho menos tener que dormir junto a Tom.

Por sobre tu hombro miraste hacia donde él, estaba hecho bolita cubierto con su colcha, también temblaba pero no decía nada. Ambos la estaban pasando realmente mal, nunca pensaste que algún día se verían en esta situación, por el momento solo intentarías dormir lo mas que pudieras.

Minutos mas tarde…

Simone: se ven tan lindos…necesito una foto de esto –susurró.
Grodon: se van a molestar querida
Simone: es que se la pasan peleando tanto que ya no parece que un día se hallan querido…
Gordon: eran unos niños Simone, no recuerdan nada de eso
Simone: aun así el amor puede renacer ¡necesito mi cámara!

Apenas iba a correr por ella, cuando ustedes comenzaron a despertar, parpadearon lentamente, lo primero que viste fue tu mano y encima de esta...la mano de Tom. Ambos gritaron sorprendidos de estar durmiendo tan cercanos.

Tu: ¡¿Qué rayos estas haciendo?!
Tom: ¡¿Qué rayos haces tú?! Estoy seguro que fuiste tu quien ocasionó todo
Tu: tu mano estaba sobre la mía, genio. Es obvio que no fui yo…

Ambos estaban enfermos, enojados y muy sorprendidos. Sintieron como sus pocas energías se les iban, ambos se recostaron de nuevo mareados.

Tom: mi cabesita…
Simone: oh niños, el doctor tardara unos minutos mas, pero se veían tan lindos. Una parejita enferma.
Tu: ¡mamá! –enojada.
Simone: ya, ya se. Pero es la realidad si vuelven hacerlo les tomare una foto para que vean.

Estabas cansada como para llevarle la contraria así que mejor solo colocaste un brazo sobre tus ojos porque la luz te lastimaba. Una hora después llegó el doctor, ambos no podían soportar la situación, estar enfermos y encerrados en una recamara, él los atendió a ambos para después dejarles medicamento. La señora Simone se aseguro que lo tomaran. Mientras esperaban que hiciera efecto se hizo hora de que los chicos llegaran. Como ustedes veían televisión en un silencio muy pesado solo escucharon la puerta chillar al abrirse, entraron Bill con Georg y Gustav.

Tu: ¡chicos! –sonreíste.
Bill: hey hermano…

Cierto, sigo siendo su hermano. Yo quería que me mimara…

Resignada solo seguiste sonriendo de manera falsa.

Georg: hey hermanita ¿Cómo estas?
Tom: bien, aun enferma y rodeada de esta compañía tan horrible- te miró. ¿Me trajiste algo para hacerme sentir  mejor?
Georg: sí, como se que te gusta tragar como cerdo, te traje una caja de chocolates pero la señora Simone dijo que los comieras hasta cuando te sintieras mejor.

Tom te miró sonriendo con malicia, sabía que te gustaban las golosinas y ahora que él era tú, serian todas suyas.

Gustav: vaya chicos, alguien los odia, eso de forzarlos a estar tiempo juntos ademas de enfermos…
Georg: es cierto...aunque sigo sin entender porque se les ocurrió mojarse y no tomar un baño después de eso.
Tu: ya lo sabemos, hemos aprendido la lección…

Todos siguieron hablando hasta que la señora Simone les dijo que durmieran un rato, te sentías bastante extraña. La cabeza te daba vueltas y seguías sin entender por qué tenías mucho sueño y esperabas que eso te ayudara a recuperarte.

Apenas te acostaste caíste profundamente dormida, pero tiempo después…Bill baja corriendo  las escaleras como si el mundo se estuviese destruyendo y él intentara huir, se veía desesperado mientras gritaba el nombre de su madre.

Bill: ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! ¡Ayuda! ¡Ayúdanos! –grito histérico.

Simone salió corriendo de la cocina mientras secaba sus manos, vio a uno de sus hijos temblando en el pasillo mientras intentaba respirar.

Simone: hijo...pero, pero ¿Qué pasa? –confundida.
Bill: ellos…ellos…
Simone: ¡¿ellos quien, Bill?! ¿¡Ellos qué!?
Bill: recamara...Tom… (Tu nombre)…ve…

Simone al ver la poca respiración de su hijo menor por 5 minutos decidió ir a observar de lo que él huia tan asustado. Al llegar al segundo piso se encontró con dos caras altamente preocupadas de Georg y Gustav, ellos se veían confundidos mientras la observaban entrar a la habitación.
Simone se sorprendió de lo que veía, ¿esto...esto era obra de la medicina o de la enfermedad? No entendía lo que pasaba pero de alguna extraña manera le preocupaba.

Simone: niños… ¿están bien?


Decía mientras las observaba…




ლ(ಠ益ಠლ)

Sí pude, les dije que subiría mas seguido, 
espero mi buena racha no termine :c

domingo, 28 de junio de 2015

Round #25 Tabla de planchar

Desilusionada y triste caminé hacia la maquina de sodas que se encontraba cerca. Nunca lo había aceptado pero sabia que era una adicta a la coca-cola, no dependía de ella para todos mis días pero su sabor nunca me cansaba, aunque intentaba controlarme. Me gire a abrirla, bebí un poco y como comercial deje salir un suspiro de su sabor. El sol ya estaba saliendo y comenzaba a calentar el lugar, pronto la piel se me pondría roja. Mire mi brazo mientras escuchaba las risas de niños saltando a la alberca. Mire hacia allá y vi a mi hermano con Gustav y 4 niños de 7 u 8 años, parecían divertirse mucho…

Luego miré hacia donde había dejado a Bill y mi cuerpo…ellos ya no hablaban, se veían muy serios. Más que todo Bill incomodo. ¿Qué había pasado?
Sabia que no podía hacer nada pero entendía que Tom alejaría todo lo que pudiese a Bill, eso me afectaría a mi, ya estábamos acercándonos un poco más y ahora con esto debo fingir que no lo…quiero…

De pronto el sonido de un cuervo me llamó la atención, mire la punta de los arboles y ahí como vigilantes estaba toda una parvada. Todos miraban hacia abajo donde yo. Era raro. Ellos hacían su sonido de repente, las ramas de los arboles se movían pero ellos parecían estar mas interesados en mirarme. Rápidamente me aleje del árbol y volví con los chicos. Me importaba 4 hectáreas de pepino que Bill me hubiese corrido, yo tenia miedo de estar sola con esos cuervos.

Al llegar con ellos lo primero que noté fue…



Capitulo 25



Fue el rostro algo tenso de Tom. Mordía levemente su labio mirando serio la alberca. Bill parecía sonrojado pero tampoco decía nada.

Tu: agradable dia ¿no?

Me senté al lado de Tom intentando relajar el ambiente. Bebí de mi soda mientras los observaba, Bill solo asintió, luego de unos segundos se levantó sin decir nada. Me senté en posición de indio y esperé.

Tu: ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué están así de serios?
Tom: no quiero hablar de eso…
Tu: ¿Qué? ¿Por qué? Recuerda que todo lo que él te diga es para mí, no para ti…
Tom: ¡un carajo! –Molesto- no me interesa ser parte de cualquier tipo de relación que mi hermano y tú estuviesen intentando.

Tom parecía muy enojado con respecto al tema, no entendía porqué. Quizás era el hecho de que él era Tom y no yo, obviamente. Aunque los demás no lo supieran, eso no quitaba el hecho de que él seguía siendo hermano de Bill y nada más. Lo que entendía era que le molestaba la situación que Bill tenia conmigo y ahora él la tuviera que soportar.

Nos quedamos en silencio, mire mi soda y después solo mire mis pies. Ambos no quisimos hablar más. De pronto el viento sopló y yo solo escuche risas de los demás, poco a poco se fueron desvaneciendo hasta que no escuche mas que el sonido del viento. Luego una voz que se escuchaba lejana, mire hacia donde estaba la malla que daba a la calle y no había nadie. Luego mire el cielo los cuervos volaban en círculos. Era lo más raro que había visto en mi vida. Luego los cuervos volaron en otra dirección, los seguí y mire hacia la calle ahí había una figura de una persona, vestía toda de negro era una…mujer bastante pálida pero me miraba fijamente. Asustada acerque mi mano a Tom y comencé a sacudirlo sin quitar mi mirada de aquella mujer.

Tu: Tom…Tom…-nerviosa.
Tom:¿Qué quieres? –serio.
Tu: mira hacia allá

Me gire a verlo, luego ambos miramos a la dirección que le decía pero ahí no había nadie. Ambos miramos por largos segundos pero nadie apareció de nuevo, aunque cuando miramos al cielo los cuervos seguían ahí.

Tom: esos son raros…-mirándolos.
Tu: sí, llevan largo rato observándonos
Tom: ¿observándonos? –incrédulo sonreía.

Entendía que se estaba burlando de mí, pero era verdad, esos cuervos eran raros. Aun asi la sonrisa sardónica de Tom me molestaba.

Tu: ¡Ugh! Es cierto, no miento.
Tom: claro (tu nombre) tus amigos los cuervos nos vigilan…¿Por qué?
Tu: no lo se. Y no son mis amigos –molesta.

Él rió de mi cara de miedo e indignación, yo solo le dio otro sorbo a mi coca para después intentar olvidarlo.

Tom: él me dijo que se alegraba de venir contigo aquí…
Tu: ¿Uh? ¿Quién?

Me había tomado totalmente desprevenida del tema. Lo mire confundida a lo que él solo roló los ojos.

Tom: de mi hermano ¿Quién mas? –fastidiado.
Tu: oh…¿entonces?
Tom: entonces ¿Qué? Eso es todo lo que dire

Él se giro de nuevo ignorándome. Yo estaba que la curiosidad me mataba por dentro. Tome su hombro y lo jaloné levemente pidiéndole que me dijera que más le había dicho Bill.

Tom: ¡anda Tom, dime! ¿Qué dijo Bill de mí? ¡Dime! Anda ¿si? No seas malito dime

Hacia mis berrinches mientras movía el hombro de Tom de un lado a otro mientras el pretendía ignorarme, diciendo no y no.

Tu: por favor Tom, dime, anda ¿si? Algo bueno tan siquiera para alegrar mis días. Dime Tom, anda, anda, anda….

Repetía mis palabras una y otra vez mientras él disfrutaba mi tortura. 

Mientras que los demás seguían nadando y disfrutando del día. Georg acaba de salir a flote en el agua, limpio su rostro y los miró a ti y a Tom muy juntos mientras Tom tocaba tu hombro jaloneándote levemente. Parecían…divertirse…Nado cerca de la orilla donde Bill miraba el agua sentado.

Georg: ¿Qué pasa con aquellos?

Miró desconcertado, luego Bill se giró también a verlos, le sorprendió su actitud tan natural y tranquila pero no quiso imaginar mas de lo debido.

Bill: quizas se molestan…
Georg: ¿seguro? A mi me parece que (tu nmbre) no esta enojada –descuidado con sus palabras.

Bill intento no decir nada, paso saliva y miro el cielo, Gustav observaba todo desde una distancia prudente, Georg parecía no entender lo critica que podía ser la situación al tu y Tom ser tan cercanos mientras que Bill…

De alguna manera me había librado del estúpido enamorado de mi hermano. Sin duda lo mas horrible  y pesado de esta situación, ademas de estar en el cuerpo de (tu nombre), era el hecho de tener que ser testigo de los intentos de coqueteo de mi hermano con ella. Era ridículo, no podría soportar esta situación, si bien había notado indicios de ellos nunca había sido algo tan…tan ¡directo!
Era asqueroso, si hubiese sido ella en su lugar por supuesto que hubiese caído redondita, es tan fácil engañarla, pero esta vez era yo ¡yo! Su propio hermano. Tenía unas ganas inmensas de gritárselo a Bill en la cara pero era obvio que no me creería, se enojaría con (tu nombre) y ella no dejaría de gritarme, llorar o culparme de todo por todo el tiempo que estuviésemos cambiados de cuerpos.
Su intento de relación amorosa realmente me molestaba, me hacia sentir incomodo, bien podía imaginarlos a ellos de pareja y que (tu nombre) fuese como mi cuñada pero de alguna manera eso me hacia enojar, quizás era el hecho de que ella no me agradaba mucho…

Luego que dejases de molestar a Tom con tus berrinches por querer saber más de lo que había dicho Bill, se habían quedado en silencio mirando a todos divertirse en la playa.
Tom: bien, iré a  nadar un rato

De pronto escuche que Tom se iba, lo vi sacudir el short que traía, quito la blusa que protegía el top del traje de baño y pude ver mi algo no quemada piel siendo expuesta a los rayos ultravioletas del sol. Enseguida saque mi bloqueador solar. Jale a Tom, hice que se diera un sentón a lo que él me reprimió enojado.

Tom: ¿Qué te pasa enana? ¿Qué rayos crees que haces? no tienes trasero alguno que amortigüe el golpe, eso dolió ¿sabias?

Girando su rostro para mirarte.

Tu: ya cállate, no pienses que te voy a dejar llevar mi cuerpo al sol. No quiero terminar con quemaduras y luego de unos días mudando de piel como las víboras…
Tom: bueno si el veneno ya lo arrojas, que mas da que parezcas mas de su familia…

Él amaba molestarme, el ser grosero conmigo, el compararme con cosas feas. Pero ese era Tom Kaulitz, mi mayor enemigo y dueño de mi cuerpo. No de una manera sexual por supuesto, era solo un incidente muy extraño de la dimensión desconocida.

Tu: pues comparame con lo que quieras, pero de aquí no te vas sin que yo halla puesto bloqueador solar en mi cuerpo.

Abriste la botella, batiste un poco en tus palmas de las manos y colocaste primero en tu espalda descubierta o en la espalda descubierta de Tom mejor dicho.

Luego de unos minutos se podían escuchar gritos y una que otra risa, los chicos se giraron a mirar de donde provenía el sonido. Bill, Gustav y Georg fueron testigos de lo imposible. Tu y Tom reían. Mientras tu intentabas correr para alejarte de Tom, el te jalaba de nuevo y con crema en sus manos intentaba cubrirte la cara, mientras gritabas y pataleabas a lo que él respondía a lo mismo.
Gustav y Georg se miraron cómplices en la confusión, luego miraron a Bill quien apretaba su puño en un estado de gran enojo, lo vieron hundirse bajo el agua lentamente como intentando apagar la rabia que ardía por dentro suyo.

Tom: ¡ya basta (tu nombre)! Ya me cubriste todo.
Tu: espera, la nariz, mi nariz tengo que colocar bloqueador ahí, es el principal lugar
Tom: mujer estas loca, ya déjalo por la paz

Él me empujo y caí de sentón, al menos había cubierto la mayor parte de mi cuerpo, lo mire caminar hacia la alberca y después coloque algo de protector solar en mi rostro. En fin si también iba a estar en su cuerpo debía cuidarlo.

Como ya me había aburrido de estar sentada sola bajo el árbol, me quite la camisa y camine descalzo hacia la alberca lo primero que hice fue darme un chapuzon cerca de mi hermano para empaparlo. Al instante Georg grito como era de esperarse, le había ahuyentado a dos chicas que hablaban con él. Cuando salí del agua él me miraba completamente enojado y con listones de cabello en su cara, por lo general era muy cuidadoso con su cabello.

Georg: esto no se queda así Tom…

El me miró con tremenda furia, iba a aventarme una gran ola con sus manos, rápidamente me hundí de nuevo antes de que el agua golpeara mi cara. Cuando salí escuche el grito de Bill que aun seguía sentado en la orilla de la alberca. El estaba seco pero ahora mi hermano lo había empapado. Entonces tomó una cubeta o vasija que tenia para hacer castillos de arena, aunque no hubiese arena, aventó el agua en su interior. Mi hermano y yo nos agachamos esquivándola pero Tom quien pasaba ahí con mi cuerpo flotando sobre un salvavidas fue quien recibió todo ese salpicon. Grito cayéndose del salvavidas, entonces lo vimos salir lentamente del agua con el rostro hecho una furia. Mi hermano y yo intentamos salir pero era demasiado tarde, la guerra había comenzado.

Todos corríamos de un lado a otro aventando agua en el césped, Gustav también se había unido a la pelea. Reíamos como desquiciados mientras nos divertíamos los cinco juntos. Por un momento había olvidado lo mal que nos estaba yendo en esos momentos.


Luego de que la tarde cayera sobre nosotros, fue que decidimos regresar. La mamá de los chicos llegaría pronto a su casa, así que debíamos estar a tiempo para la cena. Regresamos completamente cansados. Tom se había sentado con Georg puesto que se suponía esa era yo. Me había sentado con Bill. Él miraba por la ventana del autobús, entonces me gire a mirar a Tom quien se había quedado dormido. Mi boca estaba abierta y no podía creer lo avergonzada que estaba al verme dormida en esas condiciones, pero lo que me sorprendió aun más fue que mi hermano recargara mi cabeza en su hombro para que mi cuello no se lastimara con el vaivén del camión. Yo nunca…nunca lo había recordado asi de tierno conmigo, por lo general siempre peleábamos como todos los hermanos, quizas era porque yo siempre lo alejaba dde mí, nunca dejaba que se inmiscuyera en mis asuntos, pero el verlo ser asi de bondadoso con Tom o conmigo mejor dicho cambiaba muchos pensamientos en mi mente. Cosas que antes no había podido notar pero que ahora me parecían mas claras….



Hola a todas :)
respondiendo a dudas:

Julieta: se supone que debería subir un cap. por semana (se supone :S)
pero me he retrasado con la redacción por eso no es tan seguido
aunque siguiendo el hilo dela historia espero que
 ahora sí sea uno o dos por semana, saludos!
:)




jueves, 4 de junio de 2015

Round #24 Por favor no la mires a ella...

Toque dos veces y él abrió, entre y mire el sobre en la cama. Aun no estaba abierto, entonces mis manos se volvieron torpres. Era una carta de mi madre, de China… ¿Qué es lo que me diría?
Querida (tu nombre)

Hija he llegado a mi destino, debo decir que es un lugar bastante lejano y desconocido. Hay tantas cosas diferentes a nuestro país. Me he reunido con un equipo de búsqueda, el cual es el encargado de toda esta situación. No hemos tenido suerte en un radio cercano al accidente, pero hay esperanzas ya que me han explicado las situaciones de peligro que pudo haber pasado tu padre, pero si llevó la indumentaria correcta podrá sobrevivir. Ademas su acompañante sabe de este tipo de situaciones, esperamos encontrarlos vivos, antes de que se acabe su alimento. Mañana emprenderemos una búsqueda dentro del bosque, acamparemos en el si es necesario para no perder tiempo. Prometo mantenerte informada, por lo pronto esto es todo lo que tengo. Te quiero mucho, hija. Dile a tu hermano que también lo quiero. Cuídense mucho. Con amor, tu madre. Rosalia.’

Lei y re-lei el papel, mi madre parecía tan segura de encontrar  a mi padre. Debía confiar en ella, esto me daba tiempo de resolver mis propios problemas con el cambio de cuerpo. Esperaba verlos pronto pero siendo yo misma de nuevo. Me despedí de Tom y salí rumbo a mi habitación, ya adentro guarde la carta debajo de mi almohada y me acosté a dormir con aquel bello recuerdo en mi mente.



Capitulo 24


La mañana siguiente era sábado, por supuesto no escuela. Era grandioso no ir y ese pensamiento me resultaba bastante diferente a la que solía ser, pero estos días había estado tan metida en mis estudios para ayudar a Tom que realmente me había cansado.

Por la mañana el cabello de Tom era alga si como un gran desastre, me llevaba varios minutos acomodarlo. Entonces después de aquella lucha frente al espejo baje para desayunar, escuche voces y cuando mire ahí estaban todos los chicos, incluido Gustav, por supuesto mi cuerpo o Tom ya estaba ahí también, desayunando. La señora Simone andaba muy bien arreglada mientras preparaba el desayuno para todos, parecíamos su jardín de niños personal  pero ella parecía divertirse con las pláticas de lo chicos.

Cuando ella me miro sonrió con ternura, por segundos el semblante de mi madre vino a mi mente, entendía la ternura con la que veían cada una a sus hijos. La extrañaba y mucho.

Simone: buenos días hijo ¿quieres desayunar?
Tu: sí mamá, por favor

Pase a sentarme junto a Gustav que golpeaba el hombro de Georg. Tom estaba a mi lado sin decir nada, aun traía en pijamas a mi cuerpo. Bill estaba frente a mi tan solo sonriendo de los otros dos inmaduros a mi lado.

Georg: entonces Tom ¿preparado? –sonriendo.
Tu: ¿para que? –confundido.
Georg: ¿para que será? obviamente iremos a festejar nuestra primera victoria
Tu: ¿enserio?
Bill: sí, como siempre lo hemos hecho ¿no recuerdas?

De pronto mi voz resonó en el lugar, era Tom que por fin hablaba.

Tom: es cierto Tom, ustedes siempre salen a festejar luego de tener victorias ¿recuerdas? La última vez fue con el equipo de skate

Tom te miraba haciéndote señales con el rostro de que pretendieras recordar mientras él te ayudaba.

Tu: oh…oh sí, cierto –reaccionando- lo siento, es que aun estoy algo adormilado –sonreíste con semblante de inocencia.
Gustav: bueno ya que Tom recordó la tradición ¿A dónde quieren ir?
Georg: ya que hace un calor de los mil soles afuera ¿Por qué no vamos al parque acuático?
Gustav: pues aun es temprano…¿Qué tal un aparque de diversiones?
Bill: pero ya fuimos hace poco a uno ¿recuerdan?

Fue entonces que Bill miro a Tom o bueno a tu cuerpo, tu te sonrojaste porque sabias lo que él quería decir. Tom solo miro a Bill con seriedad como si no entendiese a que venia su mirada. Por tus adentros gritabas de la frustración de no poder sonreír con él luego de aquel hermoso recuerdo. Entendías que Bill no estaba al corriente del cambio de cuerpos entre tú y Tom, aunque aun asi te enfurecía no poder coquetearle de vuelta. Para no hacer mas incomoda la situación para Tom decidiste interrumpir las miradas de Bill.

Tu: pues yo estoy de acuerdo con el parque acuático.
Georg: por eso eres mi favorito Tom, tu sí sabes divertirte

Sonreíste divertida de tu hermano, era muy raro que ustedes se llevasen de esa manera. Habías aprendido que al estar en el cuerpo de Tom te sentías mas unida a Georg como hermanos, eso era algo que en tu cuerpo de niña nunca habías podido sentir. Quizás también lo adjudicabas al hecho de que nunca querías escucharlo o siempre lo considerabas un tonto…

Fue entonces que al final todos estuvieron de acuerdo con ir al parque acuático. Te alegraba tanto no tener que pensar en depilaciones de pierna, en cremas para la piel, ni tampoco en que traje de baño usar. Eras un niño ahora, así que solo bastaba con tomar un short playero y ya estabas lista.

Simone: ¿Qué acaso no llevaran a (tu nombre)?

Todos miraron a mi cuerpo, Tom no hizo más que quedarse mudo y mirar a todos.

Tu: yo creo…
Bill: seria fantástico ¿no? Digo (tu nombre) ahora se ha unido mucho a lo de la banda, ademas estuvo ahí apoyándonos, seria grosero no invitarla

Bill sonreía de gusto pero Tom no parecía tan convencido con la idea y aun así no entendía por que, él no era de negarse a la diversión aunque estuviese en mi cuerpo. Nuestras peleas de hace unos días lo respaldaba.

Georg: cierto hermanita, únete, ya que no tienes nada más que hacer pues deberías divertirte un poco…
Tom: yo…-dudoso.
Simone: vamos hija, no pasara nada, los chicos te cuidaran. Mi esposo y yo no estaremos en casa y preferiría que no te quedaras sola, puede hacerte mal.

Al no ver posible salida del problema Tom tuvo que aceptar aunque no se sintiese completamente a gusto con la idea. Yo también me sentía algo extraña con este día, como si algo nos dijese que cosas importantes podrían suceder ¿pero cuales serian?

Todos corrimos por nuestras mochilas y ropa. Empacamos rápido y conseguimos dinero para comprar comida por si nos daba hambre. El parque acuático no estaba lejos de la casa de los kaulitz, podíamos tomar una ruta urbana y esta nos dejaría exactamente frente al lugar.
Había terminado rápido de preparar mis maletas, ahora veía que ser un niño era una buena cosa después de todo. Solo era yo siendo yo, sin problemas de aspecto o porque algún chico me note. ¿Por qué saben que? No me importa que algún chico me note, soy uno de ellos ahora, solo quiero divertirme y vivir.
Al salir vi que los demás ya tenían sus mochilas con ellos.

Tu: ¿Qué sucede? ¿Por qué las caras largas?
Georg: mi hermanita como siempre, tardándose en su recamara
Gustav: mujeres…

Gustav tan solo mantenía sus manos en su abrigo con aspecto de aburrido. Bill me miró y  yo no sabia que decir ¿Por qué se estaba tardando tanto?

Tu: ahora vengo…

Di media vuelta y subí corriendo hasta la habitación de Tom. Toque y al entrar me encontré con toda mi ropa en el suelo y en ella Tom tirado.

Tu: ¿Qué rayos pasó aquí?

Tom levanto mi/su rostro y me miró desesperado.

Tom: ¡ayúdame! –casi lloraba de la desesperación. Estoy quebrándome la cabeza, no se que rayos escoger, tus piernas tienen vellos y yo no quiero estarme depilando. Tú cabello esta rebelde y no puedo hacer que nada de esta ropa convine.

Mire sorprendida a Tom, nunca lo había visto tan desesperado o confundido. La estaba pasando realmente mal. Quise reír pero eso solo nos retrasaría más. Avance hacia la ropa y junte un traje de baño el cual consistía en un short playero para mujer con un corpiño de espalda y frente ancho. Mis pechos no eran tan grandes y en realidad no sentía la necesidad de mostrar mucha piel.

Tu: ten, esto es para el agua, solo colócate este conjunto y cuando regresemos te colocas este otro. 
Llevas dos pares de zapatillas para que combinen con cada uno y unas sandalias para el agua. Mi cabello suele ser rebelde por las mañanas pero dale una cepillada y se controla. No olvides la dona para tu cabello, en las albercas se puede dañar mucho con el agua. Ademas necesitas protector solar…por cierto…-dudosa- ¿no te has sentido extraño? Algo así como…-te sonrojaste- con dolores…o cambios de humor

Tom seguía sentado en la cama mirándome, parecía confundido de todo lo que decía, como si mi 
cerebro estuviese programado para cada situación que surgiera en mi vida. Ademas escogía la ropa con rapidez y combinaba todo previniendo cualquier situación futura. Me miro extrañado por mi última pregunta.

Tom: ¿a que tipo de situación te refieres? –confundido.
Tu: no…nada…solo cambios raros en tu cuerpo…

El no entendía a lo que me refería y creo que eso estaba bien. Me miró pensando por largos segundos y después solo respondió con naturalidad.

Tom: pues no, creo que no
Tu: bien, cualquier cambio raro me avisas ¿ok?

El asintió y después de eso solo le ayude a depilarse las piernas. Vaya que no parecían de simio o de invernacion pero aun así se notaban y no podía presentarme así en el parque acuático. Cuando terminamos le hice una cola de caballo en la cabeza, tomamos nuestras mochilas y salimos. Ya ahí estaban los chicos esperando con aburrimiento.

Luego de que mi hermano reprendiera a Tom o a mi por tardarme mucho fue que salimos. En el camino ellos platicaban con naturalidad, mientras que Tom y yo nos quedábamos al final sin decir nada. En el camión fue lo mismo. Hasta llegar al parque.

Ya ahí, no había mucha gente pero tampoco estaba vacío. Si bien había espacio para nosotros en la alberca sin tener que estar varados en un lugar. Habíamos dejado las cosas debajo de un árbol que estaba cerca de la alberca. Los chicos se quitaron sus playeras y yo solo me senté acurrucada de mis rodillas.

Gustav: bueno patos al agua se ha dicho.

Cuando reaccione él ya estaba saltando a la alberca. Podía ser serio pero siempre era el más rápido de todos. Mi afeminado hermano coloco bloqueador solar en su nariz y rostro, luego con una dona del cabello se ató sus cabellos de rapunzel. Cuando terminó todo su ritual corrió a la alberca con Gustav. Bill se había quedado con nosotros, Tom estaba en medio de ambos. Los tres estábamos en un silencio que de un momento a otro se volvió incomodo pero no entendía por que…

Sentía una mirada sobre mí, lentamente gire mi rostro hacia Bill que me observaba. Fue tan raro, su mirada me decía algo pero no podía descifrarla. ¿Qué me fuera? ¿Eso es lo que quería? Oh, ya entendía. Él quería estar a solas conmigo…pero ¡yo no era esa!

Estaba muy indignada, no podía hacerlo. Pero su mirada tan frustrada me decía que pronto me correría, así que me levante con la excusa de que tenia sed. Me levante, llevaba unas sandalias cafes, el short playero y una camisa blanca bastante frescas. Las rastas de Tom estaban amarradas sobre mi cabeza, camine alejándome un poco. Gire sobre mi lugar para mirarlos, Bill hablaba conmigo o con Tom mejor dicho… ¡ugh! Eso era tan vergonzoso…aunque esa podría haber sido yo.
Desilusionada y triste caminé hacia la maquina de sodas que se encontraba cerca. Nunca lo había aceptado pero sabia que era una adicta a la coca-cola, no dependía de ella para todos mis días pero su sabor nunca me cansaba, aunque intentaba controlarme. Me gire a abrirla, bebí un poco y como comercial deje salir un suspiro de su sabor. El sol ya estaba saliendo y comenzaba a calentar el lugar, pronto la piel se me pondría roja. Mire mi brazo mientras escuchaba las risas de niños saltando a la alberca. Mire hacia allá y vi a mi hermano con Gustav y 4 niños de 7 u 8 años, parecían divertirse mucho…

Luego miré hacia donde había dejado a Bill y mi cuerpo…ellos ya no hablaban, se veían muy serios. Más que todo Bill incomodo. ¿Qué había pasado?

Sabia que no podía hacer nada pero entendía que Tom alejaría todo lo que pudiese a Bill, eso me afectaría a mi, ya estábamos acercándonos un poco más y ahora con esto debo fingir que no lo…quiero…

De pronto el sonido de un cuervo me llamó la atención, mire la punta de los arboles y ahí como vigilantes estaba toda una parvada. Todos miraban hacia abajo donde yo. Era raro. Ellos hacían su sonido de repente, las ramas de los arboles se movían pero ellos parecían estar mas interesados en mirarme. Rápidamente me aleje del árbol y volví con los chicos. Me importaba 4 hectáreas de pepino que Bill me hubiese corrido, yo tenia miedo de estar sola con esos cuervos.

Al llegar con ellos lo primero que noté fue…





Vacaciones al fin!!!  (ノ゚▽゚)ノ