La
abrace, lo hice con todas mis fuerzas. Era mi madre y la amaba no podía imaginarme
en un mundo sin ella o sin papá. Solo esperaba que ellos regresaran con bien.
Rosalia:
bien pequeña, quiero que seas muy fuerte y que cuando regresemos estes aquí
para recibirnos.
Tu: sí
mamá te lo prometo.
Simone:
bueno Rosalia, entonces los chicos se quedan conmigo mientras no están
–tranquila.
Rosalia:
sí Simone, lo siento por las molestias pero no tengo a nadie mas con tanta
confianza, ademas los chicos se divertían estando con tus hijos, ellos ya se
conocen mucho y se que se llevaran bien.
Simone:
claro que sí, arreglare todo para el hospedaje de los chicos
Rosalia:
gracias Simone, después pasare a dejarlos a tu casa.
Simone:
sí
Ella y
Bill se levantaron para poder irse a su casa, yo mientras me quede en el sillón
intentando ahogar las lagrimas que querían salir. Debía ser fuerte aunque mamá
y papá no estuvieran, se los había prometido y no les fallaría.
Capitulo
12
Habia
empacado todas mis cosas, unos ositos de peluche, casi toda mi ropa, calzado y
mi diario personal. Ese nunca me faltaría.
Mamá
conducía lentamente mientras Georg seguía manteniéndose en silencio. Yo miraba
desde los asientos traseros el verde pasto y arboles en el camino. Esto era tan
raro viviría con Bill y Tom. Era cierto que nuestras familias se conocían desde
que Georg estaba en el vientre de mi madre al igual que los Kaulitz. Habíamos
jugado juntos, aun yo en pañales, pero esto era tan raro.
Mamá se
detuvo frente a una bonita casa, era muy grande y de estilo elegante. Claro los
Kaulitz siempre habian sido más ricos que nosotros y el tarado de Tom nunca
dejaba de recalcarlo. En fin bajamos y después bajamos nuestras maletas. Mamá
toco el timbre y la señora Simone apareció con un mandil de cocina.
Simone:
oh que bueno que llegaron, estaba preparando algunas galletas –sonrio.
Ella
relamente siempre había sido muy amables con nosotros y siempre me habia defendido
cada vez que Tom me molestaba, asi que no creo que me vaya a ir tan mal en esta
casa.
Entraron
y pusieron sus cosas a un costado de la sala principal. Escucharon pasos en el
segundo piso y luego algunos gritos.
Simone:
oh esta bien, solo son los chicos jugando algo rudo –sornio tranquila.
Después
oímos un jarron caer rompiéndose en muchos pedazos, miramos a la señora Simone
y tal parecía que conto hasta diez, luego sonrio de nuevo intentando
controlarse.
Simone:
sí como dije, son algo rudos.
Rosalia:
bueno, mi vuelo sale en 30 minutos. Me tengo que ir.
Mire a
mamá y no pude sonreírle.
Roslaia:
estare bien pequeña, tu hermano estará contigo y papá y yo regresaremos pronto
¿bien?
Asentiste
con la cabeza.
Rosalia:
bueno, quiero que se porten bien y hagan caso a la señora Simone, ella me dira
como se portaron en mi ausencia ¿ok?
Ustedes:
ok.
Miramos
como mamá salía de la casa, no sin antes darnos un abrazo de esos que solo las
madres saben dar. Subió a su auto y con un último adios se fue. La vimos desaparecer
con la camioneta en la vuelta de la esquina. Después mire a Georg y él solo
sonrio tranquilo.
Simone:
bueno chicos entremos para enseñarles sus habitaciones y que se pongan comodos.
Entraron
a la casa y cada quien tomo sus maletas, llevabas una maleta grande de la mano
y una mochila holgada que estaba hecha de varios colores tejidos. Tus padres te
la habían comprado en una protesta hippie hace unos años atrás y la querías
mucho.
Simone:
¡NIÑOS! –grito.
Ella
apenas había gritado cuando escuchamos pasos corriendo de un lado a otro, luego
de unos segundos Bill y Tom se asomaron por el gran barandal de madera.
Tom y
Bill: ¿si mama? –inocentes.
Simone:
llegaron (tu nombre) y Georg es hora de enseñarles sus habitaciones.
Ellos:
ok
Bajaron
corriendo y saludaron a Georg y obviamente a mí. Bueno Bill me saludo. Después
subimos todos y ellos corrieron tomando a mi hermano felices de compartir
recamara con él
Tom:
asombroso que puedas quedarte con nosotros. Gustav vino para festejar,
tendremos mucho tiempo de sobra para divertinos
Georg
sonrio con ellos emocionado mientras que la señora Simone y yo solo nos
quedamos abandonadas en el pasillo.
Simone:
bueno parece que solo seremos nosotras dos de mujeres en la casa –sonrio.
Tu: no
se preocupe podremos controlarlos
Ella rio
y después caminamos a la que seria mi habitación en estos meses. Era algo bueno
ya que mi habitación estaba hasta el fondo del pasillo, muy, muy alejada de la
de los chicos y sus ruidos.
Simone:
espero sea de tu agrado, siempre quise tener una niña en esta casa pero solo
tuve a los chicos, asi que me esmere en decorarla espero no sea poco para ti.
Ella
sonrio feliz y yo solo asentí sonriendo. Despues ella abrió la puerta y pude
ver mi habitación. Bueno…se notaba su emoción en tener niñas.
Camine
embobaba todo era tan…tan ¿rosa? Se veía bien y me sentía como una princesa
pero…
Simone:
¿no te gusta?
Tu:
yo…esto…
Simone:
es muy poco ¿verdad? Le dije al papá de los muchachos que necesitabas mas
cosas. Llamare al decorador ahora mismo
Tu: ¡No!
Señora Simone espere
Ella se
giro de regreso
Tu: esta
bien, me encanta es una hermosa habitacion. Muchas gracias, enserio.
Simone:.
Oh que bueno que te gusto –aliviada- dejare que te pongas comoda, mientras
termino las galletas. Te avisare cuando estes listas ¿ok?
Tu: sí,
gracias –sonreiste-
Despues
de que ella se fuera y cerrara la puerta, caminaste por toda la habitación
admirando todas las cosas que se encontraban. Cuando abriste tu ropero con
estilo vintage blanco te soprendiste al ver que había mucha ropa ahí colgando.
Claro no era lo que acostumbrabas usar pero aun asi era bonita. Colocaste tu
maleta sobre la suave y comoda cama cuando viste que reboto un poco, te dio la
tentación de subir en ella. Al recostarte pudiste sentir como tu columna se
acomoda ante tremenda savidad y perfeccion.
Tu:
ouu…camita. Tú y yo seremos grandes amigas
Tocaste
las suaves sabanas como seda, vaya que la señora Simone tenia un buen gusto.
Luego de tu momento de “extasis” con la nueva cama, abriste tu maleta y
comenzaste acomodar todas tus cosas y buscaste un lugar para esconder tu
diario. Pinceles sobre el escritorio asi como todos tus libros de la escuela y
demás.
Al
terminar viste como poco a poco ibas intengrandote a la que seria tu nueva
recamara.
Cuando
dabas los últimos toques escuchaste que alguien tocaba a tu puerta. Caminaste a
abrirla y en eso te encontraste con Bill sonriendo.
Bill:
hola nueva vecina
Tu: ho-hola
Bill –sonrojada.
Bill:
¿puedo pasar?
Tu:
claro…
Te
moviste a un lado para que él pasara, pero en cuanto él hizo también entro tu
hermano Georg y el gorroso, odioso de Tom. Lo miraste con ojos asesinos a lo
que él solo te enseño la lengua.
Georg:
vaya hermanita, lindo tu cuarto
Se
recostó en tu cama
Tu: sí y
quitate de Mi cama –molesta.
Tom:
¡uy! Que humor, la princesita ya se enojo
Tu: pues
están en mis territorios y ninguno de los dos es bien recibido
Georg:
tranquila pequeña recuerda que tu y yo tenemos secretos de alguien aquí
presente y no querras que hable ¿o si?
Lentamente
sentiste como el mundo se movia ¿el hablaba de tus sentimientos hacia Bill o la
broma que le habías jugado a Tom? Mordiste tu labio indecisa y solo pudiste
mirarlos a los tres quienes te veian sorprendidos. Después de eso solo giraste
la mirada y te alejaste un poco.
Tu:
bien, pero no rompan nada –refunfuñaste
Tom: oh
vaya –sonrio- cedió ¿Qué será lo que ocultan?
Miro a
Georg
Georg:
secretos de hermanos –rio.
Bill te
miro como estabas algo sonrojada, en realidad no entendía que clase de cosas
seria las que quisieras ocultar. Ellos estuvieron molestándote un poco, después
Simone los llamo para que bajaran a comer galletas. Hicieron una carrera para
ver quien llegaba primero, los primeros en salir fueron Georg y Bill.
Pero
cuando estabas por salir, alguien o mejor dicho Tom, te jalo de tu brazo para
que lo miraras.
Tom: no
creas que me he olvidado de las plumas que me lanzaste en la escuela aprovechándote
de esa estúpida broma de pintura de no se quien…-enojado.
Tu: uh
pobre Tom, tan retrasado eres que no has notado que eso ya todos lo superamos
–reiste-
Tom:
cállate tonta, date cuenta que ahora te tengo cerca -te miro engreído- y aunque eso no me guste,
tendre que soportarte por algun tiempo en mi casa.
Tu: ¿y?
–enarcaste una ceja.
Tom: y
te hare pasar los peores momentos de tu vida mientras estes aquí. Sabes muy bien
que no me agradas y nunca me agradaras. Asi que preparate para una vida llena
de sufrimiento niñita –serio.
Tu: uyy!
Que miedo te tengo –lo miraste seria- intentalo anda y veremos que quien rie al
ultimo es quien rie mejor.
No le
quite mi mirada retadora y seria, el me miraba con tremenda furia. Sabia muy
bien de lo que era capaz Tom, pero era un iluso si creía que me iba a dejar
vencer por él solo porque estaba en su casa. Le regresaría cada una de las
cosas que me hiciera, de eso estaba segura.
Ambos se
miraron directamente a los ojos, mientras podía verse una carga eléctrica llena
de tension y odio en el ambiente (figurativamente) esto era el comienzo de una
gran guerra que no iba a terminar nada bien…para ninguno de los dos.
A la mañana siguieten la señora Simone nos había ido a dejar a todos al colegio. Cuando baje de su auto puedo prometer que toda la escuela nos miro.
Bien todo empieza porque, en primera los Kaulitz eran los chicos populares del lugar, siempre los mas lindos y sus papás tenían mucho dinero. En segunda yo era la chica nerd del lugar a todos les parecía extraño que Georg fuese mi hermano y algunos ni siquiera lo sabian, yo había participado en las olimpiadas de matematicas y física. De ahí en mas me converti en solo una rata de biblioteca para los demás. Quizas no era la chica mas querida por todos, pero tenia a mis amigas y eso me bastaba, ademas aun asi tenia la envidia de alguna ya que por alguna rara acción de la vida os kaulitz y mi familia eran amigos de muchos años atrás, lo que me hacia la chica mas cercana a ellos y por alguna otra extraña razón ahora todos sabían que vivíamos en su casa.
Miraste a las bolitas de chicas susurrando cosas cuando te vieron bajar del auto de la señora Simone, suspiraste cansada de ser la comidilla del dia y ademas obviamente te dabas cuenta que estaban hablando de ti, si no ¿Por qué sus miradas de alcon directas?
En fin,
seguiste caminando con libros en mano, hasta entrara a tu salón donde por
suerte ya estaban
Liz y Nadia esperando.
Liz y Nadia esperando.
Tu: ¡hola
chicas!
Ellas: hola
Nadia:
Santos pepinos, dime ¿Cómo es que fuiste a terminar en la boca del lobo?
Tu: uf,
larga historia. Creeme que hubiese preferido algun internado u hotel barato
antes de vivir bajo el mismo techo que Tom
Liz:
¿Por qué? ¿Te hizo algo? –preocupado.
Nadia:
¿te mañoseo? ¡¿Te toqueteo?! ¡¿TE VIOLO?!
Ella casi llo había gritado para todo el salón. Tú y Liz le susurraron que se callara.
Tu: ¿de que hablas? Claro que no, pero me amenazo
Nadia:
¿de violación?
Tu: ¡¿Qué?!
–Extrañada- ok, ¿Por qué quieres que me viole a fuerza?
Nadia:
no es que quiera, si no porque tu muy bien sabes la fama que se carga y siento
que seria lo mas probable. Aunque viéndolo bien eres tu…-te miro de arriba
hacia abajo- y pues no, como que no entras en su perfil
Tu:
¿perdon? –Ofendida- ¿Cómo que “porque soy yo”?
Liz: sí
bueno (tu nombre) todos sabemos que tu no eres la chica mas…
Ella meneo sus manos en forma de tanteo, arrugando un ojo en gesto de no estar muy segura.
Liz: alocada, sí eso.
Tu:
¿Qué? Soy alocada, puedo ser alocada
Nadia:
quizas, pero amiga aquí nadie te ha visto aclocada, excepto cuando se trata de
vencer con números. Ahí si pareces un demonio, pero en realidad das miedo y no
provocas subir temperatura de cuerpos.
Liz:
ademas tu forma de vesir, siempre con cosas que pasen bajo tu rodilla
Nadia:
en educación física vistes como machorra. Y no es que te juzguemos, no que va.
Tu: sí
claro –rolaste los ojos.
Nadia:
pero te conocemos y solo te decimos todo esto en forma de ser sinceras
Tu: sí
bueno eso no importa y no entiendo como fue que llegamos a este tema, pero lo
que les iba a decir fue como termine metida en este problema.
Te pasaste unos largos minutos contándoles toda la historia a tus amigas, desde porque se había ido tu papá, su desaparición en alguna montaña de china y que la alocada de tu mamá se había lanzado a buscarlo sin tener remota idea de donde debía empezar.
Tu: y pues bueno, ahora solo somos mi hermano y yo en casa de los kaulitz. Aunque viéndolo bien, solo soy yo. El odioso de Georg nunca me ayudaría en algo asi.
Nadia:
presiento que muy pronto habrá una tercera guerra mundia. Es decir si muy
apenas soportas ver a Tom aquí ¿Qué será tener que vivir con él? –miedo.
Liz:
aunque no es tanto sacrificio
Ustedes la miraron
Nadia: ¿Por qué?
Liz:
recuerda –sonrio divertida- si Tom esta ahí, Bill también debe estarlo y tu
sabes muy bien quien pierde cualquier racionalidad cuando él esta presente
Nadia:
oh cierto –rio- bueno creo que se sacrificara por su verdadero amor
Ellas rieron divertidas y tu solo te sonrojatse mirándolas con ojos asesinos.
Después
de eso el maestro entro a clases aunque por primera vez te habías perdido de
toda explicación. Jugabas con una de tus plumas mientras te la pasabas pensando
en ¿Cómo estarían tus papás? O ¿Cuándo regresarían?
Miraste
por la ventana y el patio estaba muy solo, las hojas volaban sobre el césped,
el cual se veía muy fresco y verde. Las nubes comenzaban a juntarse indicando
lluvias. Pero esperabas que todo terminara bien y que tu familia volviera a
estar junta algun dia.
Que le pasa a Tom?? Tanto la odiaa??!!
ResponderEliminarHahahah Nadia quiere a fuerza que Tom la violes.. :P
Eva siguelaa prontoo.. Tu sabes queceres una de mis escritoras de lujoo..
Amo todas tus fics..
Besos cuidate :D